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Viajando por Europa con un presupuesto low cost

Siglos de historia, miles de destinos, infinitas aventuras y muchos euros: viajar por países europeos se considera una experiencia cara. Así se ve desde otros continentes, y así lo vemos en España cuando pensamos en un viaje fuera de la Península. Hoy en el blog de Self Bank planteamos técnicas de viaje low cost para ayudar al ahorrador en su viaje por el Viejo Continente.

Un viaje por Europa por tu cuenta, sin agencias, pero sin organización por tu parte, sale muy caro. A la vuelta, ya en casa, cuando llegue el momento de hacer balance, puede que pienses qué bueno es esto de viajar improvisando o, por el contrario, que te arrepientas porque haya sido un auténtico desastre. Pero una cosa será más que probable: te habrás gastado más de lo necesario, mucho más que si hubieras planificado y organizado bien tu viaje. Ahorrar todo el año para derrochar en verano no parece una estrategia muy coherente.

Aunque viajar por Europa con un presupuesto ajustado no es tarea sencilla, siempre hay margen de actuación:

Transporte low cost en Europa: vuelos low cost

Las compañías aéreas low cost son el gran aliado de los viajes con presupuestos ajustados. En Europa, las opciones para volar barato son muy amplias, tanto que si al otro lado del Atlántico contamos que hay vuelos de España a Lituania por 50 euros, probablemente muchos no nos crean.

Sin embargo, encontrar un billete de avión económico que se ajuste a nuestras fechas no siempre es tan sencillo. Las estrategias de precios de las aerolíneas son diferentes, con múltiples variables que se escapan al control del comprador: primeros asientos a bajo precio, promociones especiales, reservas de última hora, precios de otras aerolíneas, etc. A pesar de todo, podemos definir el siguiente método para comprar billetes baratos:

Transporte low cost en Europa: ¿bus o tren?

Para viajar barato en un periodo definido de vacaciones hay que planificar. No queda otra. Y mirándolo bien, es hasta divertido: es como empezar el viaje cada tarde después del trabajo, averiguando conexiones, lugares de interés y alojamiento.

Para viajar barato por Europa, más que por ningún otro continente, hay que plantear la ruta por etapas: viajar punto a punto. Un mapa de My Maps de Google resulta muy útil.

Pero ojo, porque en Europa el avión no es la única opción a tener en cuenta. El bus y el tren también lo son para períodos más largos de vacaciones.

En general, moverse en tren de país en país no es lo más barato, pero sí podemos encontrar buenas tarifas buscando dentro de cada país. Similar a Renfe, que vende billetes en promoción 62 días antes del viaje, en otros países las compañías ferroviarias ofrecen sus descuentos. Y, por suerte para el viajero internacional, todos esos trucos se encuentran fácilmente en Internet.

En cuanto al bus, basta con preguntarle a Google para dar con empresas internacionales con pasajes por muy buen precio. Aunque, a diferencia del avión, sacrificaremos días completos de viaje para cubrir largas distancias. Por poner un ejemplo, con Flixbus: Barcelona – Múnich, 49 euros, y Múnich – Varsovia, 51 euros. Por 100 euros nos pondríamos en el otro lado de Europa, eso sí, descontando a las vacaciones dos jornadas dentro del bus.

Siguiendo con el autobús, existe otra modalidad de viaje en la que la empresa de transporte nos ofrece su uso de forma ilimitada a lo largo de una extensa red de ciudades por toda Europa.

Con el bus o el tren como medio de transporte, otra táctica low cost es elegir trayectos nocturnos y, de ese modo, ahorrar una noche de hotel. Si dormir en movimiento no es lo tuyo, o si prefieres disfrutar del paisaje, entonces descártalo.

Transporte low cost en Europa: a pie y en vehículo compartido

Muchos viajeros ya incluyen el vehículo compartido como medio de transporte eficiente y barato. BlaBlaCar fue la pionera. Ahora, junto con otras alternativas, conforman una opción low cost que es usada a diario por commuters y viajeros. La idea es genial para conductor y pasajero: compartir asientos vacíos sin ánimo de lucro. Y no solo de ciudad a ciudad, también entre países hay viajes a buen precio.

Ahorrar en el transporte diario va restando euros al total del viaje. Si tenemos que desplazarnos para visitar los puntos de interés de cada ciudad, lo mejor es organizar la visita por zonas, caminando y usando bus o metro antes que taxi. Y un último apunte: pregunta por tarjetas con múltiples viajes o las que combinan medios de transporte, te ayudarán a ahorrar en cada trayecto.

Dormir y comer con presupuesto low cost en Europa

Si esperamos hasta la semana previa al viaje para comprar el vuelo, reservamos hotel a última hora, vamos a cualquier restaurante y no tenemos claro qué ver ni qué hacer en cada ciudad, es muy probable que nos dejemos todo el buen hacer financiero del año en las vacaciones y que el ocio finalmente, no lo sea tanto.

En cambio, para descansar sin pagar más de lo necesario en Europa, te dejamos las siguientes ideas:

Elige alojamiento con cocina o una casa particular en la que su uso esté permitido. De esa manera se reduce enormemente el desembolso en comidas. En los mismos términos, si pagando un poco más el hotel incluye desayuno, puede que interese pagar ese extra.

Hacer un pícnic en un parque es otra idea barata y entretenida, siguiendo el ejemplo de muchos lugareños que se sientan a comer la comida que traen preparada de casa en parques y otras zonas públicas.

Otros viajeros prefieren ahorrar en el desayuno y en el almuerzo y luego darse un pequeño homenaje en la cena. Todo consiste en establecer cada uno las preferencias que permitan cumplir su presupuesto low cost.

Sé un lugareño más

Piensa que en otras ciudades viven personas que disfrutan allí su tiempo libre, al igual que tú lo haces en tu ciudad. Seguro que te conoces los mejores lugares para comer, salir o pasear. Pues justo esa es la clave para disfrutar al máximo en otra ciudad: hacer lo que hacen los lugareños. De esa manera daremos con festivales, eventos, festivales y restaurantes buenos sin sobrecostes por ser extranjeros.

Por último, en muchas ciudades hay días en los que la entrada a los museos es gratuita. Infórmate y programa la visita para ese día. También hay abonos tipo City Pass que permiten visitar ciertos museos por menos que pagando cada entrada por separado.

 

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