El 11 de marzo de 2020 el índice Dow Jones se convirtió oficialmente en un mercado bajista. Y ya hacía más de 11 años que este índice había superado el anterior. Se define normalmente un mercado bajista como aquel que desciende más de un 20% desde su precio máximo. El de marzo 2020 fue uno de los más rápidos de la historia, cayendo en solo unas pocas semanas el índice Dow Jones desde niveles de 30.000 hasta debajo de 19.000 puntos,
Al día siguiente, el 12 de marzo, el S&P500 y el Nasdaq entraron también en territorio bajista. La mayor parte de bolsas mundiales han sufrido el mercado bajista atribuido principalmente a la pandemia mundial del coronavirus. Pero este mercado bajista no ha sido el primero de la historia, ni será el último. La naturaleza cíclica de los mercados provoca que cada cierto tiempo los mercados fluctúen y que los precios se ajusten.
Un mercado bajista no sólo se caracteriza por la caída de las cotizaciones, sino también por el hecho de que los inversores pasan a ser más prudentes con respecto al riesgo que están dispuestos a asumir. Se produce una revisión de las expectativas futuras de beneficios, y esto tiene implicaciones en la economía real que van más allá de la caída del precio de las cotizaciones.
Cuáles han sido los últimos mercados bajistas
Para referirnos a mercados bajistas nos ceñimos a un índice o sector en concreto, para poder medir la caída. Uno de los índices más seguidos a día de hoy por los inversores a nivel global es el S&P500 que representa las principales empresas del mercado norteamericano.
El S&P500 ha sufrido 26 mercados bajistas a lo largo de los últimos 100 años y han sido menos frecuentes desde la segunda guerra mundial. Entre 1928 y 1945 hubo 12 mercados bajistas, es decir, uno cada 1,4 años. Sin embargo, desde entonces, han sucedido sólo 14 mercados bajistas, o lo que es lo mismo, uno cada 5,3 años.
Desde los años 70 los mercados bajistas han sido:
- 1/11/1973 – 10/3/1974: -48,2%
- 11/28/1980 – 8/12/1982: -27,1%
- 8/25/1987 – 12/4/1987: -33,5%
- 3/24/2000 – 9/21/2001: -36,7%
- 1/4/2002 – 10/9/2002: -33,7%
- 10/9/2007 – 11/20/2008: -51,9%
- 1/6/2009 – 3/9/2009: -27,6%
Mercados bajistas vs. mercados alcistas: 26 en los últimos 100 años
Así como se considera que ha empezado un mercado bajista a partir de que un mercado haya caído más de 20% desde su precio máximo, se considera que ha empezado un mercado alcista cuando un índice ha subido más de un 20% desde su precio mínimo.
Los mercados bajistas tienden a durar mucho menos que los mercados alcistas. De media, los mercados bajistas duran unos 10 meses, mientras que los mercados alcistas duran de media unos 2,75 años.
Estadísticamente hay un mercado bajista cada tres años y medio. No obstante, el periodo más largo sin mercado bajista transcurrió desde diciembre 1987 hasta el desplome de marzo 2000, casi trece años.
Lecciones que podemos aprender estudiando los mercados bajistas
Considerando los datos anteriores, y teniendo en cuenta que el horizonte temporal del inversor joven son aproximadamente unos 50 años, lo más probable es que nos toque vivir alrededor de 14 mercados bajistas. Aunque es difícil observar cómo baja el valor de nuestro patrimonio en esos momentos, es importante mantener la perspectiva, sabiendo que es parte inevitable del proceso de inversión.
La mitad de los días de subidas más fuertes del S&P500 en los últimos 20 años se han producido en un mercado bajista. Otro 30% de los mejores días del mercado se produjeron en los primeros meses del mercado alcista, cuando todavía no era claramente un mercado fuerte. Por tanto, es peligroso salirse en momentos complicados del mercado ya que se pueden dejar de recuperar fuertes movimientos al alza, que nadie sabe con certeza cuándo se dan.
Aunque los mercados bajistas pueden ser dolorosos, son parte de la realidad del inversor. Y la mayor parte del tiempo los mercados han estado al alza, pues de los últimos 90 años de historia bursátil, sólo alrededor de 20 años han sido bajistas. Expresado de otro modo, el mercado ha sido alcista el 77% del tiempo.
Aquellos inversores que aprendan a soportar los mercados bajistas y a estructurar su patrimonio de forma que puedan navegarlos adecuadamente, probablemente tendrán en la bolsa un mecanismo de generación de riqueza a largo plazo.
La operativa con productos cotizados está dirigida a inversores que deben tener experiencia y conocimientos financieros suficientes para invertir en ellos. La inversión en estos productos requiere una vigilancia constante de la posición ya que comportan un alto riesgo y se puede perder el 100% del capital invertido.
Antes de efectuar cualquier contratación, es recomendable informarse legal, regulatoria y fiscalmente sobre las consecuencias de una inversión.
Las decisiones que cada inversor adopte, tanto de inversión como de nivel de delegación y asesoramiento, son su responsabilidad.
Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras.
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