trucos para no caer en un timo digital

Trucos para no caer en un timo digital

A menudo escuchamos historias que nos dejan totalmente anonadados: miles de personas estafadas por un timo en redes sociales, o páginas de internet donde se venden productos que nunca llegan o donaciones destinadas a otro fin.

Es el pan de cada día de los negocios surgidos al calor de la revolución digital. Es evidente que las nuevas tecnologías nos han facilitado la vida, pero también han permitido que estafar y robar sea más sencillo y que, además, se pueda hacer sin dejar ni rastro. Así, muchos delincuentes se han subido a la red para sofisticar sus métodos, lo que trae de cabeza a las fuerzas de Seguridad del Estado.

La ciberdelincuencia ya supone el 7% del total de infracciones penales en España, según un informe del Ministerio del Interior de 2018. Un porcentaje considerable y que parte del 2,1% en 2011; lo que indica que está en auge y que es probable que crezca en los próximos años.

Por lo tanto, nos encontramos en un momento en el que todos somos potenciales víctimas de uno de estos delitos, que pueden acontecer en un abrir y cerrar de ojos. Y sin darnos cuenta hasta mucho tiempo después.

Por ello, debemos protegernos ante esta amenaza. No significa que tengamos que recurrir a programas especiales o la ayuda de expertos, tan solo seguir una serie de medidas de seguridad básicas en nuestro día a día y estar siempre alerta cuando naveguemos por la red.

Consejos para no caer en la trampa digital

trucos para no caer en un timo digital

Evitar ser víctima de un delito en internet es posible, pero no es fácil. Queda muy claro que sin llevar a cabo una serie de medidas, seremos un blanco mucho más fácil. Por tanto, vamos a repasar qué actuaciones básicas tenemos que hacer todos, sin excepción:

  • Antivirus: es el primer paso y el más importante para no caer en manos de los delincuentes que pueblan la red. Muchas veces, por pereza o por querer ahorrarnos unos euros, prescindimos de instalar un antivirus a nuestros equipos, tanto ordenadores como smartphones. Así, no solo corremos el riesgo de que entre un virus que estropee el dispositivo, sino de que los ciberdelincuentes campen por él a sus anchas, robando nuestros preciados datos.
  • Contraseñas seguras: sí, es absolutamente un rollo que en cada red social o site donde nos demos de alta nos pidan una contraseña. Por ello, tendemos a utilizar la misma en todas partes para que no se nos olvide. Error mayúsculo. Es imprescindible tener una contraseña diferente en cada lugar, porque si alguien descubre una, tendrá acceso a absolutamente todo. Y eso podría implicar hasta tu propio banco. 

Es importante hacer el esfuerzo de tener contraseñas distintas y, además, que no sean obvias: evitar las fechas de nacimiento, los gustos personales, las combinaciones de nombre y apellidos, etc… Hay que apostar por palabras clave que solo nosotros entendamos y, siempre, combinadas con números y símbolos. Cuanto más difícil sea, más complicado será que un hacker las adivine.

  • Cuidado con los correos sospechosos: a nuestra bandeja de email llegan a menudo numerosos correos cuyo origen no conocemos. Se trata de correos ‘spam’ o sospechosos que nos deben poner rápidamente en alerta. El sistema de mensajería suele filtrar los que más sospechas levantan, pero otros consiguen llegar a nuestra bandeja de entrada. Por ello, si no conoces el remitente y no parece muy fiable, borra inmediatamente el mensaje y, sobre todo, no accedas a los enlaces que incluya, porque podría ser una forma de permitir el acceso a tu dispositivo.
  • No compartas datos personales: es básico que no compartas por Internet datos personales con nadie. Nadie debe saber tus contraseñas, y mucho menos compartirlas de forma online, porque nunca sabes a dónde pueden llegar.

Compra online, pero hazlo de forma segura

ciberseguridad

Los cuatro consejos anteriores son básicos para navegar por internet. Pero si nos centramos en las compras online, donde probablemente más estafas se producen, hay que tener en cuenta otra serie de aspectos:

  • En primer lugar, comprar en sitios seguros. Es decir, en páginas que cuenten con protocolo de seguridad, y esto se comprueba fácilmente si al acceder vemos que en la barra superior tienen el código https://. La ‘s’ significa que es una página segura.
  • Por otro lado, en un entorno en el que es vital compartir información, mira las opiniones y evaluaciones de otros usuarios sobre el producto o la empresa. Te servirán para confiar en el servicio, e incluso podrás preguntarles directamente. Es clave para las empresas, y si no fijémonos en TripAdvisor, que logra encumbrar o dar al traste con negocios hosteleros según las opiniones de los usuarios.
  • Facilita tus datos de pago solo cuando veas que el proceso es fiable y se trata de una web o aplicación verificada. Antes del pago, te pedirán un código que te llegará por SMS o a través de una app específica, para que des el consentimiento final. En situaciones en las que no te sientas totalmente seguro, puedes utilizar una tarjeta distinta a la habitual; así en caso de un mal uso, no tendrá acceso a tanto capital disponible. Aunque, también puedes elegir la opción de pagar contra reembolso, si es ofrecida como forma de envío.

Con estas medidas te sentirás más seguro cuando navegues por internet y hagas compras online. Pero nunca bajes la guardia y, sobre todo, no pierdas el sentido común: desconfía de ofertas increíbles, como las de esos anuncios de productos tan buenos y tan baratos, o si no encuentras los datos físicos de la empresa, o si está ubicada en países lejanos. No te fíes y estáte vigilante.