Ahora mismo nos encontramos disfrutando del verano y las vacaciones después de un duro año de trabajo, estrés y numerosos quehaceres que nos quitan la energía y que nos llevan a vivir a gran velocidad durante todo el año. Es época de relax y de esparcimiento y lo único que ocupa nuestra mente estos días es pasarlo bien y disfrutar. Pero las vacaciones se acaban pronto y hay que encarar la recta final del año.
No obstante, y sin querer amargar las vacaciones a nadie, conviene ir pensando un poco en lo que será la vuelta a la realidad. Porque tras las vacaciones nos tocará volver a trabajar, a la ciudad y, de nuevo, a ahorrar. Y esta recta final del año puede ser bastante dura, sobre todo si en verano se gasta más de la cuenta.
Ya mismo es momento de ir pensando cómo vamos a llegar a la Navidad, o dicho de otro modo, de pensar en cómo nos organizarnos para llegar a esas fechas sin pasar apuros. Sobre todo porque las fiestas navideñas serán otra gran época de gasto, más si cabe que el verano. No hay duda de que conviene ir planificándose.
Y ese plan no necesita de más que cinco directrices, pasos o trucos. Son muy sencillos y pueden seguirse sin grandes esfuerzos, para cerrar este año con un aprobado en el plano del ahorro.
Cinco trucos sin complicaciones
Estos pasos para afrontar el último trimestre del año serán todavía más fáciles de lograr si ya contamos con una costumbre ahorradora. Como recomendamos en el blog de Self Bank con frecuencia, hay que incluir el ahorro en nuestra vida de una forma u otra, porque será indispensable en el día a día y en el futuro.
Y si no la tienes aún, puede ser ahora el momento de lograr acostumbrarte a ahorrar de forma sistemática. Verás que no es tan difícil y que cuando lo logres te sentirás muy orgulloso y contento.
Para empezar, algo muy muy sencillo, pero básico para ahorrar: hacer un presupuesto. Lo repetimos en este blog, pero es que sin él estamos perdidos. Nada más llegar de vacaciones conviene hacer uno para cuadrar las cuentas del último trimestre del año y adaptarse a él. De esta manera tendremos claro con qué dinero contamos y, lo más importante, lo que podemos gastar. Así será más fácil ajustar el nivel de gasto y evitar los derroches.
En segundo lugar, es recomendable volver a cocinar en casa y no comer fuera todos los días. En verano aprovechamos el buen tiempo para hacer muchas comidas en terrazas y restaurantes, lo que conlleva un gasto importante. Organiza menús para toda la semana para no terminar comiendo lo primero que pillas, pidiendo comida a domicilio, o tirando del restaurante de turno. Aprovecha los fines de semana y los días que tienes más tiempo para preparar comidas y llévala al trabajo, o a clase en un tupper. Ahorrarás más de lo que crees.
En este sentido, el tercer paso es llenar la nevera con una compra o dos grandes cada mes. Esto evita que tengamos que ir al supermercado cada dos por tres, que junto con la dedicación de tiempo que implica, es un lugar lleno de tentaciones del que siempre salimos con más cosas de las que fuimos a comprar. Así, con una lista de la compra bien elaborada ahorrarás bastante, porque comprarás todo lo necesario y no te hará falta repetir a lo largo del mes.
En el cuarto punto está algo que cada vez tiene más adeptos y que te puede llevar a lograr algunos ingresos extra: desprenderte de la ropa que no usas. Como bien sabemos, Wallapop y plataformas similares nos han dado una perspectiva totalmente diferente del mercado de segunda mano, pero hasta ahora nos habíamos limitado a vender objetos o aparatos tecnológicos.
Ante la nueva mentalidad sostenible respecto al consumo de ropa, están empezando a cobrar protagonismo las plataformas de venta de ropa de segunda mano. Han sido influencers y youtubers quienes han puesto de moda esta práctica que cada vez gana más adeptos, pues gracias a internet ahora es fácil desprenderse de esa ropa que no usamos. Y precisamente suele suceder con el cambio de armario de verano a otoño. Es pues el momento para hacer limpieza y vender esas prendas innecesarias. Aunque sea poco dinero, algo es algo, y siempre suma.
Por último, y más importante, ponerse una meta de ahorro mensual. Es fundamental, si queremos llegar con holgura a diciembre. Aunque tengamos en mente que vamos a ahorrar, si no concretamos una cifra -que sea asumible en función de nuestro presupuesto-, al final no lo haremos. De esta manera, con un objetivo en mente habrá un extra de motivación y será más fácil lograrlo.
Con estos cinco sencillos pasos cerraremos el año de forma más exitosa en el apartado de finanzas personales. Y no podemos posponerlo mucho más, porque el tiempo pasa rápido y cuando quieres darte cuenta no tienes los ahorros necesarios para llevar a cabo determinados proyectos vitales que acaban llegando a todos. Además, ordenar las finanzas personales supone una enorme tranquilidad que se acaba agradeciendo.