Como inversor, ¿qué es lo que evitas simplemente por temor a lo desconocido?. En este artículo te explicamos cómo esta habitual tendencia humana puede corregirse si mejoramos los conocimientos básicos sobre los ETF.
Aquí te presentamos una conversación habitual con algunos de los clientes que aún no conocen en profundidad cómo funcionan los ETF.
- “¿Utilizas ETF?”
- “No, solo utilizo fondos. Mi pareja acaba de comprarnos un fondo excelente, pero creo que es un poco diferente a lo que normalmente compramos. Tenía un símbolo de tres letras y mi pareja lo compró en nuestra cuenta de inversión”
- “Eso es un ETF”
- “No, es un fondo”
Ambos tienen razón. El cliente compró un ETF, que también es un fondo. De hecho, ETF significa “exchange traded fund” por sus siglas en inglés. Sorprende que, a pesar de que los ETF cuentan con una sólida historia de dos décadas, siguen siendo una especie de misterio para muchos inversores. Incluso podríamos decir que es un área en la que algunos inversores tienen miedo de adentrarse. Es curioso que, aunque muchos inversores cuentan con ETF en sus carteras, en muchos casos se carece de conocimientos acerca de estas simples inversiones. Además, los fondos cotizados son utilizados todos los días por millones de inversores en todo el mundo. Podríamos decir que existe un ETF disponible para prácticamente cada necesidad de inversión, desde mercados generales hasta países, industrias o sectores individuales.
Los ETF deberían ser una opción más en la “caja de herramientas” de cada inversor. Para ayudar a comprender los aspectos básicos y solucionar posibles dudas y temores, te presentamos tres elementos característicos acerca de los ETF:
- Los ETF no son muy diferentes de los fondos de inversión. Los ETF son una combinación de acciones o bonos invertidos en una única cartera. Ambos vehículos tienen sus usos: los fondos de gestión activa generalmente buscan superar a un mercado o índice, mientras que la mayoría de los ETF buscan replicar un índice lo más eficientemente posible*. Los ETF deben publicar su posición diariamente, lo cual significa que siempre se conoce el desglose de la cartera.
- Los ETF son eficientes en costes. Los costes importan, especialmente para las inversiones que se quieren mantener a largo plazo. Los ETF suelen tener menores costes que los fondos de gestión activa, siendo una herramienta eficiente para obtener exposiciones de una forma flexible y diversificada.
- Los ETF son fáciles de usar. Los ETF se pueden comprar y vender como una acción. Pero el hecho de que sea fácil operar con ellos no significa que se deban utilizar únicamente para gestionar el corto plazo. Estos vehículos tienen sentido tanto para inversiones a corto como para largo plazo.
* Si bien la mayoría de los ETF tiene como objetivo replicar un índice, hay ETF que son gestionados de manera activa.