A la hora de escoger un fondo de inversión hay muchos factores que considerar y a veces no es fácil decidirse entre tanto donde elegir. Los inversores tendemos a prestar mucha atención a la rentabilidad histórica de los fondos. También a la categoría del fondo y a los rankings de expertos como Morningstar. Sin embargo no siempre nos fijamos todo lo que deberíamos en las comisiones.
Las rentabilidades futuras exactas de un fondo de inversión nadie las sabe. Sin embargo las comisiones son ineludibles y ante igualdad de condiciones siempre nos interesa optar por fondos con comisiones bajas.
Los principales tipos de comisiones que se aplican sobre los fondos son:
- Comisión de Gestión
- Comisión de Distribución
- Comisión de Suscripción
- Comisión de Reembolso
- Comisión de Éxito
Además de estos posibles costes para el inversor, los fondos tienen gastos operativos, también llamados gastos corrientes, que se descuentan del valor del fondo.
La comisión de gestión es la principal comisión que cobra la Gestora del fondo. Se suele calcular como un porcentaje sobre el patrimonio total del fondo y se descuenta diariamente del valor de la participación de forma automática. El partícipe nunca verá un cargo en su cuenta por este concepto. Es lo que se llama una comisión implícita.
Como inversores también debemos entender el coste de la comisión de distribución, que se entrega al distribuidor de los fondos y es también una comisión implícita, así como las comisiones de suscripción, reembolso o éxito, si las hubiese. Es necesario leer el prospecto y la documentación de cada fondo para saber si se van a aplicar y en qué cuantía.
Por la parte que le corresponde, Self Bank no te va a cobrar nada en ningún concepto relacionado con tu operativa de fondos (suscripción, reembolso, traspaso…).
¿Qué es el TER y cómo se calcula?
El TER toma sus siglas del inglés: Total Expense Ratio que se podría traducir como ratio de gastos totales. Los fondos de inversión están obligados a estipular sus comisiones principales por ley en el folleto oficial del fondo y regulado por la CNMV.
El TER engloba todos los costes que conlleva un fondo:
- Gestión
- Depositaría
- Comisión de éxito
- Comisiones legales
- Comisiones de auditoría
- Otros gastos
¿Para qué sirve el TER?
Dado que cada fondo tiene una estructura diferente, el TER nos ayuda a poder comparar el nivel de comisiones entre fondos diversos. Hay que tener en cuenta que diferentes categorías de fondos pueden tener razonablemente diferentes niveles de TER, por ejemplo porque inviertan en activos de diferentes tipos, etc. Por tanto tiene sentido comparar los TER de fondos de la misma categoría o parecidos para saber si los costes son razonables.
Los Gastos Corrientes de un fondo (O.G.C.)
Para entender si un fondo está siendo gestionado de manera eficiente podemos mirar los OGC (Ongoing Charges en inglés que podemos traducir como gastos corrientes). Los OGC son los gastos corrientes que tiene un fondo a lo largo de un año. Se expresan de manera porcentual.
Los OGC incluyen la comisión de gestión, la comisión de depósito, las comisiones de suscripción y reembolso (si las hay), el gasto de intermediación de las operaciones de compra/venta, los gastos de auditoría… En definitiva todos los gastos que afectan a la operativa normal de un fondo.
La comisión de éxito no se incluye en los OGC. La comisión de éxito es aquella que se cobra en algunos fondos en función de los resultados obtenidos por el fondo (por ejemplo un 9% sobre beneficios). De esta forma la gestora a veces combina una comisión de gestión + comisión de éxito. Esta comisión tiene una naturaleza variable ya que sólo se cobra cuando el fondo obtiene resultados positivos. Por eso no se incluyen en los OGC, pero sí se incluyen en el cálculo del TER.