Cada vez es más frecuente que mucha gente se plantee la necesidad de tener o no coche propio en la gran ciudad. Probablemente, en poblaciones más pequeñas la respuesta sea afirmativa, por tener menos alternativas de transporte y distancias grandes para dar cobertura a ciertos servicios.
En cambio, en la gran ciudad cada vez hay más tendencia a dificultar el uso del coche privado en favor del transporte público, tanto por capacidad como por los problemas de polución que cada vez son más frecuentes en algunas ciudades. Por ello, se reducen plazas de aparcamiento en la calle, se hacen zonas azules/verdes, se eliminan carriles de coche, y en definitiva cada vez resulta menos clara la ventaja de tener un coche propio para movernos por la ciudad.
Aspectos económicos: ¿Cuánto cuesta tener un coche en propiedad?
Lavado: 30€ anuales. De nuevo varía enormemente. En ciudad no es habitual tener manguera para hacerlo nosotros mismos, y por tanto sería lógico contemplar llevarlo a un tren de lavado con cierta periodicidad.
Impuestos: 150€ anuales. Si bien hay una enorme variación entre poblaciones, como el cálculo es para grandes ciudades optaremos por la cifra más elevada.
ITV: 20€ anuales. En los primeros 10 años tendremos que pasarla cuatro veces (a los cuatro, seis, ocho y diez años), así que hacemos una media anual.
Garaje domicilio: 90€ mensuales, que son unos 1.080€ anuales. De nuevo, la variación entre ciudades y zonas es grande, dependiendo de oferta y demanda. Obviamente, podemos optar por comprar la plaza de garaje en propiedad, pero ello también llevaría implícito un coste de oportunidad de los recursos invertidos.
Parking: 100€. Si usamos coche, vamos a tener que pagar por aparcar, bien en la calle en zonas verdes/azules, bien en parkings privados. Optamos por un coste anual bajo (unas 10-15h anuales de uso de parking, que se facturan por minuto).
Hasta aquí llevamos un gasto medio estimado de 1.680€
Otros gastos variables:
Mantenimiento: Depende en gran medida del uso del coche, y no es lo mismo un uso urbano que de carretera (hay componentes, como el cambio, que sufren mucho más en ciudad que en carretera). Para hacer una estimación, optaremos por calcularlo por km de uso, asumiendo un coste de 0,06€ por km realizado (muy tentativo ,claro).
Combustible: Otro coste asociado que hay que tener en cuenta a la hora de establecer los costes de tener un coche.
Depreciación de valor: Obviamente, nada más salir por la puerta del concesionario nuestro coche ya ha perdido valor, y es algo que debemos considerar en el cálculo.
Cualquier estimación es muy tentativa y cada uno tendría que hacer la suya en función del coste del vehículo, su consumo y de sus necesidades particulares. En general se habla de un coste que va de 0,15€ a 0,25€ por km. Vamos a quedarnos en el punto medio para hacer una primera estimación a 0,20 €/km. Para estos gastos, estableceremos una media de uso de 5.000km anuales. Por tanto, el coste anual sería de 1.000€.
En definitiva, el coste total por tener un coche en propiedad, sin gastos extraordinarios, asciende a 2.680€ anuales, como una media muy genérica que puede variar mucho en función de nuestro uso, el coste del vehículo, el consumo de combustible, el coste del aparcamiento, etc.
La alternativa al coche en las grandes ciudades: el transporte público
Para un uso urbano, si no utilizamos el coche, tendríamos que comprarnos un abono de transporte, que podemos establecer en un coste estimado de 600€ en el rango alto de las ciudades. Por tanto, comparado con el coste que hemos estimado para el coche, ahorraríamos 2.080€ anuales, que podríamos destinar por ejemplo para usar otros medios de transporte como el taxi.
Si consideramos un coste medio de carrera de 12€ por viaje, podríamos hacer 174 viajes en taxi, es decir 87 de ida y 87 de vuelta, con lo que cubrimos el 24% de días del año.
-Medio Ambiente: Obviamente es algo cada vez más relevante y que vemos cómo provoca alarmas medioambientales frecuentes en ciudades como Madrid, que limitaciones puntuales del uso del coche a cauda de este motivo.
-Bicicleta: Vinculado con el aspecto medioambiental, en muchas ciudades del centro-norte de Europa es frecuente el uso de la bicicleta como alternativa de transporte para todos los públicos, altos directivos y políticos incluidos, de forma que se consigue un uso sostenible del espacio público, además de hacer deporte durante el trayecto.
-Comodidad: Conducir supone tener que ir 100% concentrado en el volante y no nos permite hacer otras actividades. En cambio, si vamos en transporte público podemos leer, ver una serie en nuestra tablet, etc. Por contra, el coche propio nos permite no depender de otros y poder ir más cómodos.
-Alquiler por horas: En Madrid o en Barcelona empiezan a proliferar alternativas de uso esporádico de vehículos como avancar o car2go, que facilitan a aquellos que no tienen vehículo su uso puntual.
Conclusión
Hace algún tiempo alguien dijo hablando sobre el tema que “si quieres leche no tienes una vaca en tu casa”, y cada vez es más frecuente hacer uso de los servicios que se necesitan sin tener que comprarlos (proliferación de los centros de lavadoras en el que pagamos por uso, alquiler de vestidos de boda, etc.).
Sin embargo, tener coche propio da cierta sensación de libertad y no tener que depender de otras personas para moverse, si bien es algo que cada vez es menos frecuente, en la línea con la tendencia de otras grandes ciudades europeas y mundiales.
En cualquier caso, aquel que use el coche a diario sin duda lo necesitará y le será rentable, mientras que aquellos que durante la semana laboral no lo necesitan cada vez tendrán más incentivos para considerar otras opciones de transporte.