La operación
La compañía de telecomunicaciones de Arabia Saudí STC anunció ayer la adquisición de un 9,9% del capital de Telefónica por 2.100 millones de euros. La compañía ha comunicado que actualmente posee un 4,9% de los derechos de voto de Telefónica mediante compras de acciones realizadas en el mercado. Adicionalmente, han adquirido instrumentos financieros que le dan derecho a un 5% adicional, que se ejercerán tras obtener la necesaria autorización del Gobierno español para superar un 5% de participación en una compañía considerada estratégica. De completarse la operación STC se convertiría en el mayor accionista de Telefónica, superando la participación conjunta de BBVA y CaixaBank.
STC es la mayor operadora de Arabia Saudí con una cuota de mercado del 75% y está controlada en un 65% por el Estado. En el anuncio de la operación describen a Telefónica como una compañía de telecomunicaciones líder en Europa, con una cartera de activos de infraestructuras de primer nivel y presencia significativa en tres de los principales mercados europeos. STC justifica la inversión como parte de su estrategia de expansión a través de la adquisición de participaciones estratégicas en mercados atractivos. Además del retorno que le generan esas inversiones, es una vía de reinvertir el cash flow de su negocio para maximizar la rentabilidad de sus accionistas.
Racional de la operación
STC tiene un valor de mercado de 50.000 M€ frente a 21.600 M€ de Telefónica, pese a que la compañía española genera unos ingresos y un Ebitda de el doble que STC. Un factor clave que explica esta diferencia de valoración es que STC no tiene deuda mientras Telefónica todavía mantiene un endeudamiento neto de 26.000 M€ pese a su reducción de los últimos años. La solidez del balance de STC implica una amplia capacidad para realizar operaciones de este tipo, aunque la elección de Telefónica presenta algunas dudas:
- En una operación reciente de similares características, la compañía de Emiratos Árabes Unidos Etisalat adquirió un 14% de Vodafone, que aspira a ampliar al 25%. Sin embargo, existen dudas de que el Gobierno español de que la participación de STC en Telefónica supere el 10%, ya que la compañía española participa también en ámbitos de la defensa de nuestro país. De hecho, en 2013 el Ejecutivo rechazó una aproximación de AT&T para tomar el control de Telefónica.
- Uno de los argumentos citados por STC para la inversión son los activos de infraestructuras de Telefónica, cuando la compañía española ha vendido sus torres de comunicaciones y buena parte de sus redes de fibra de fuera de España.
- En comparación con Vodafone, Telefónica cotiza a unos múltiplos relativamente altos teniendo en cuenta su elevado endeudamiento, lo que complicaría una toma de participación elevada en la compañía.
Consecuencias para Telefónica
Para Telefónica la operación no supone de momento un cambio relevante en cuanto a su valoración y condiciones de negocio. La cotización sube hoy un 2%, pero la experiencia de la entrada de Etilsat en Vodafone es que no impidió el continuo deterioro de su cotización. La nota de Telefónica habla de una operación amistosa de una compañía con la que suscribió hace unos meses un acuerdo de colaboración. En particular, el interés mutuo puede estar en reforzar su división de servicios tecnológicos, aunque su peso en el conjunto del Grupo es todavía modesto.
En sus últimos resultados Telefónica revisó al alza el crecimiento de sus ingresos en 2023 a un 3% desde un 1,5% anterior, así como su el crecimiento del Oibda. Esta mejora se apoya en las subidas de precios implementadas, que de momento el mercado ha asumido sin una pérdida significativa de clientes. En particular, se aprecia una estabilización de sus cifras en el mercado español después de varios trimestres negativos. Por otra parte, la noticia de la pérdida de un gran cliente en Alemania recientemente tendrá un impacto negativo en las cuentas del Grupo.
En definitiva, no creemos que la entrada en el capital de STC suponga un cambio significativo en las condiciones de negocio de Telefónica. El factor clave para el sector en Europa sigue siendo una regulación que permita la creación de compañías con unos niveles de rentabilidad adecuados para realizar las inversiones necesarias para el sector. A la espera del próximo Día del Inversor en el que presentará su nuevo plan estratégico, nuestros analistas mantienen la opinión de «neutral» y le otorgan un precio objetivo de 4,10€ por acción.
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