El término viaje social, más conocido como social travel, está tomando fuerza en los últimos años en la comunidad viajera internacional. Social travel se refiere a la forma de viajar en la que los viajeros interactúan con otros de cualquier lugar del mundo para obtener información previa del destino, conectar con gente local y compartir momentos durante el viaje.
Esta interacción va de la mano del desarrollo y popularización de las redes sociales y páginas de Internet dedicadas al Social travel, como las que veremos a continuación.
Hace unos años, si queríamos viajar por nuestra cuenta –sin acudir a una agencia– normalmente, nos limitábamos a destinos cercanos, sin salir del país, donde nos guiábamos por la experiencia de amigos o familiares que ya hubiesen estado antes en ese lugar. Y para destinos más lejanos, lo habitual era gestionar el viaje mediante una agencia, que buscaba el vuelo, alojamiento y actividades. En cambio, hoy día, todo eso lo podemos hacer nosotros directamente gracias a Internet:
- Elección del destino e información previa.
- Reserva del vuelo u otro medio de transporte.
- Elección del alojamiento.
- Y, después del viaje, si hemos buscado información en Internet, podemos devolver a la comunidad viajera nuestras experiencias.
Elección del destino e información previa
Buscamos opiniones en blogs de viajes, en foros, Twitter, Facebook y comentarios en páginas como Tripadvisor o Minube. Incluso se organizan quedadas en el destino o trayectos de viaje con otras personas.
Transporte
Cada vez aparecen nuevas formas que nos permiten desplazarnos por menos dinero, compartiendo el espacio con otras personas: BlaBlaCar, Amovens…
La conexión entre quién ofrece el medio de transporte y el que se quiere viajar es la misma: una plataforma online, como BlaBlaCar. A través de ella, se ponen en contacto conductores que llevan asientos vacíos en el viaje que quieren realizar y pasajeros van al mismo destino y no tienen vehículo para llegar. El pasajero pagará un precio al conductor a través de la plataforma para que el coste del desplazamiento quede repartido entre todos. Posteriormente, podrán evaluarse en la web y denunciar si algo no ha ido bien.
Por otra parte, Internet nos ofrece otras muchas formas de movernos pagando menos dinero, como Uber o Relocation.
Alojamiento
El ahorro con este tipo de alojamiento es del 100%, aunque este hecho no es lo mejor del social travel, sino las relaciones personales que se crean y poder conocer el lugar desde el punto de vista de quien vive allí.
Airbnb es una plataforma de alquiler entre particulares también basado en referencias. Por precios normalmente más económicos que un hotel podremos alquilar a un particular su apartamento.
Voluntariado
Un concepto similar a Couchsurfing es Wwoofing y Helpx: a cambio de unas pocas horas de trabajo al día, nuestro host nos ofrece alojamiento y comida. El resto del día podemos utilizarlo para explorar la ciudad o conocer los alrededores.
Como conclusión, los viajeros que son capaces de cambiar el chip y prueban el social travel, disfrutan de experiencias de viaje más completas. No siempre será posible adaptarse a este nuevo concepto, pero quién lo hace, vive el viaje de otra forma y ahorra al mismo tiempo.