Conseguir ahorrar todos los meses no es una tarea fácil. Es algo que sabemos muy bien y que cuesta su esfuerzo, sobre todo a quienes tienen un bajo salario o, por el contrario, cuentan con numerosos gastos. Una de las premisas básicas para conseguir que el mes acabe sin tener la cuenta a cero es elaborar un presupuesto.
De esta forma, se tendrán claros y a la vista todos los ingresos y gastos que tenemos cada mes y se podrá distribuir mejor el dinero, dejando incluso una cantidad para ahorrar. Es la mejor forma de no derrochar y el primer paso que todo el mundo recomienda para empezar a guardar dinero.
Dentro de la elaboración presupuestaria, que es un concepto financiero que todas las empresas del mundo tienen que elaborar, han surgido diversas variantes para crear estos apuntes, y uno de los que tienen más reputación pero a la vez es más desconocido por los ciudadanos, es el método envelope.
Hablamos de una sencilla manera de elaborar un presupuesto que tiene numerosos adeptos y que ahora, en medio de la revolución tecnológica, ya se puede realizar de forma totalmente automática.
Envelope, el método que ha pasado de nuestro hogar al universo digital
El sistema envelope o de sobres es bastante antiguo, pues se lleva usando desde tiempos inmemoriales en numerosos hogares para elaborar los presupuestos mensuales y cubrir todos los gastos. Lo que se hacía hace años, cuando se cobraba en efectivo, era repartir ese dinero en sobres.
En cada uno de ellos se guardaba una cantidad determinada para cubrir un gasto concreto. Por ejemplo, un sobre podía ser vivienda, con el que se pagaba todo lo relativo a la casa -hipoteca, gas, luz…-, otro podría ser alimentación, otro ropa, otro imprevistos, etc… De este modo, cuando se agotaba la cantidad que se había metido en el sobre, no se podía gastar más en esa partida determinada.
Para conseguir ahorrar, un sobre iba directamente destinado a esa finalidad y el reto siempre era no tocarlo para emplearlo para otras cosas. Así, durante años, muchos hogares consiguieron organizar sus finanzas y, además, ahorrar. Pero con la llegada de la tecnología, el método se perfeccionó.
Porque en un contexto en el que cada vez empleamos menos dinero físico y las nóminas van directamente a la cuenta bancaria, hacer el reparto en sobres requiere más trabajo y, además, implica tener que sacar del banco todo el dinero y luego volverlo a ingresar para pagar las facturas.
Por eso, el método envelope se ha pasado al sistema digital y ahora existen numerosos software que han creado la versión acorde a este tiempo. ¿En qué consiste? En este caso tendríamos sobres virtuales para cada categoría a los que enviaríamos desde nuestra cuenta bancaria la cantidad de dinero que consideremos necesaria.
El funcionamiento sería el siguiente: cuando realicemos un pago o una transferencia, el software cogerá el dinero correspondiente de su sobre virtual, de modo que se irá gastando acorde a cada necesidad y no del grueso del dinero que hay en nuestra cuenta.
Igualmente, estos software permiten mover dinero de un sobre a otro y, por supuesto, enviar más dinero desde la cuenta a cada uno de ellos si es necesario. Por lo general, si se estipula una cantidad fija para cada sobre, el programa lo coge de forma automáticamente cada mes cuando se ingresa la nómina y lo reparte, de modo que tampoco deberíamos preocuparnos de esto cuando cobremos.
Por todo ello, se puede seguir empleando esta técnica presupuestaria pero desde el plano digital, que es desde el que hacemos prácticamente todo hoy en día. Además, en este caso el ahorro puede ser incluso más fácil, pues si no vemos el dinero, es más sencillo no caer en la tentación de sacarlo de un sobre cuando no toca.