Hay muchas formas de ganar dinero en los mercados… y de perderlo. Algunos inversores que empiezan su andadura en la bolsa se sorprenden al aprender que se puede ganar dinero apostando a la baja sobre una empresa. En este caso, el inversor gana dinero cuando el precio de la acción baja.
Aunque hay muchos mecanismos para conseguir ganar dinero cuando una cotización baja (mediante derivados: futuros, opciones, ETF, etc.), la manera más simple es vender una acción (que alguien te presta) para luego recomprarla cuando baje de precio. Esto es conocido como “ponerse corto” en una acción (to short a stock en ingles).
El peligro de ponerse corto en una acción.
Para poder vender algo que no se tiene en propiedad, es necesario que alguien te lo preste primero. Evidentemente es necesario que en algún momento futuro el inversor que ha tomado prestado un activo para venderlo lo tenga que comprar para poder devolverlo a su propietario.
Dicho de otra manera, cada vez que vendemos una acción para ponernos cortos, vamos a tener que comprar de nuevo la acción para cerrar la operación. Si la inversión sale bien, el precio de la cotización habrá bajado, compraremos más barato de lo que vendimos, y habremos ganado la diferencia.
Sin embargo el precio también podría subir. Y puesto que teóricamente la acción sólo puede caer hasta cero pero puede subir hasta el infinito, se suele decir que las pérdidas al ponerse corto sobre una acción son potencialmente infinitas. En la práctica los brokers exigen ciertas garantías para estar corto, y nos cierran la posición automáticamente cuando nos desviamos de los límites exigidos.
¿Qué es un short squeeze?
Hemos visto que los vendedores de acciones (los cortos) están obligados a recomprar las acciones, y por tanto, si el precio va en su contra, tienen una presión para recomprar a medida que el precio de la acción sube.
Cuando una empresa sobre las que hay muchas posiciones cortas abiertas empieza a subir, se puede dar el fenómeno de que aquellos que tengan las posiciones cortas se vean obligados a recomprar las acciones por sus brokers. Si no hay mucha liquidez en el mercado, esto puede hacer que el precio suba de forma disparada, obligando a su vez a otros cortos a hacer lo mismo, creando un círculo vicioso. Este fenómeno es lo que conocemos como short squeeze.
Por tanto el short squeeze implica que los que han vendido acciones están siendo presionados (de ahí el nombre) a recomprar acciones que normalmente están disparándose al alza, produciéndoles pérdidas importantes. Ponerse corto puede ser una estrategia muy rentable, pero es importante comprender todas las situaciones en las que nos podemos ver envueltos y sus implicaciones.