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Ser autónomo en España, ¿una apuesta demasiado cara?

Young couple working in cafe with tablet, laptop, smartphone, notepad and coffee on the table

La crisis ha empujado a muchos trabajadores de nuestro país a buscar una salida laboral haciéndose autónomos. Además de las dificultades propias de poner en marcha y hacer funcionar un negocio, a muchos les resulta complicado hacer frente a sus compromisos fiscales y de cotización a la Seguridad Social.

A 30 de septiembre de 2015 había 1.960.774 trabajadores autónomos personas físicas en España (un 65,6% de hombres y un 34,4% de mujeres). El 70,3% de los autónomos supera los 40 años de edad, y el 86,3% cotiza por la base mínima.

¿Qué obligaciones debe afrontar el autónomo?

Si se cumplen determinados requisitos se puede acceder a la denominada tarifa plana, que permite iniciar la actividad pagando 50 euros al mes durante los primeros seis meses (que subirían a 134 en los meses del 7 al 12, a 186 euros en los meses del 13 al 18, y a partir de ahí, ya se pagan los 264 euros).

En ocasiones tendrá que adelantar el IVA a Hacienda, puesto que habrá facturas que aún no ha cobrado. Si pasasen más de seis meses desde su emisión podría considerar al cliente como moroso y emitir una factura rectificativa para recuperar ese IVA no cobrado, la cual debe cumplir una serie de requisitos, especificados en el artículo 80 de la Ley del IVA y en el reglamento de facturación.

Si ha facturado menos de dos millones de euros el año anterior y lo solicita, el autónomo podría acogerse al IVA de caja, con lo cual no tendría que adelantar el IVA de las facturas no cobradas (tampoco podría deducirse las no pagadas). Esta medida se estableció con el objetivo de apoyar a los emprendedores, pero no está teniendo excesivo éxito (el primer año apenas se ha acogido un 1% de autónomos), dado que muchos prefieren no arriesgarse a perder clientes por estar en dicha modalidad, ya que éstos tampoco pueden deducirse el IVA de las facturas que no estén pagadas a los acogidos a dicho régimen.

Pero aun así, hay muchos gastos que resultan complicados de deducir o que directamente son considerados como no deducibles, algunos de ellos de importante cuantía. Si el autónomo trabaja en su vivienda deberá notificarlo a Hacienda, indicando el porcentaje que considera afecto a la actividad. Si está alquilado, el arrendador le debería hacer dos facturas diferenciadas, y en la parte profesional incluir el IVA, lo cual supone una complicación que lleva a que muchos no lo hagan. Los gastos del vehículo sólo son deducibles íntegramente en actividades como el transporte de mercancías y viajeros, enseñanza de conductores o actividades comerciales. El resto de los autónomos no podrán deducirse nada a efectos de IRPF y sólo hasta el 50% en el caso del IVA.

Cuánto cuesta empezar y cómo funciona en otros países

Son muchas las dificultades que se afrontan en nuestro país al comenzar la actividad y, de hecho, España ocupa el puesto 142 de 189 países en lo que se refiere a las facilidades para iniciar negocios. Se necesitan unos 10 trámites, aproximadamente un mes, y un gasto de casi un 5% de la renta del emprendedor, complejidad que dista mucho de lo que sucede en otros países:

 

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