Dentro del mundo de la tecnología existen ramas como la robótica, la automatización, la inteligencia artificial o incluso la impresión 3D que están creciendo a una velocidad de vértigo. Y la previsión es que siga siendo así.
Bank of America Merrill Lynch pronostica que en 2025 los robots lleven a cabo el 45% de todas las tareas manufacturereras, comparado con el 10% en 2015. Y por poner otro ejemplo, en Japón el desarrollo de la robótica es casi una “necesidad vital”. Debido al envejecimiento de la población, entre otros motivos, Japón necesitará en el futuro haber hecho avances muy significativos en este campo, para cubrir la falta de mano de obra y para ofrecer servicios de asistencia a la tercera edad.
¿Qué usos tiene esta tecnología?
Al pensar en robots, a todos se nos vienen a la mente esos brazos articulados de las fábricas de automóviles o incluso recordamos Robocop, aquella película de los 80 en la que un policía robotizado combatía el crimen en las calles de Detroit. Sin embargo, esta tecnología se está empleando en campos mucho más diversos de los que imaginas:
- Transporte: drones y coches sin conductor
- Uso doméstico: robots aspiradora
- Medicina: cirujía asistida
- Industria militar: aviones teledirigidos
- Soluciones para empresas: centros logísticos automatizados (Amazon ya lo hace) o fabricación con brazos articulados
- Software: existen entidades bancarias que ya trabajan con sistemas basados en inteligencia artificial que pueden revisar contratos por sí solos
¿Quién desarrolla esta tecnología?
Existen instituciones públicas que están destinando grandes sumas de dinero a I+D, pero el sector privado es el que más empeño está poniendo en esta tarea. Existen ya varias empresas a nivel global que están apostando fuerte en este sector como iRobot, Raven Industries, Intuitive Surgical, Rockwell Automotion o la mismísima Siemens. Existen incluso compañías españolas que ofrecen soluciones de logística a clientes tan importantes como Peugeot, GlaxoSmithKline o Campofrío. Según la Federación Internacional de Robótica, la instalación de robots industriales creció en España un 63% durante el año pasado. Otro estudio afirma que en España hay 150 robots por cada 10.000 empleados, frente a los 127 en Francia o 301 en Alemania.
¿Tiene sentido invertir en esta tecnología?
Si es verdad que los robots nos van a quitar el trabajo en un futuro cercano, quizá la manera de compensar este perjuicio sea precisamente invirtiendo en este sector por si se cumple ese «mal augurio». Dicho esto, lo cierto es que como cualquier otra inversión en bolsa, existen riesgos. Quizá incluso más en las inversiones en compañías ligadas a la tecnología, que como sabemos en las últimas décadas se han comportado mejor que el resto del mercado bursátil pero a cambio de haber registrado una mayor volatilidad.
Quizá una solución intermedia sea la de destinar al menos una pequeña parte de nuestra cartera a esta tecnología en auge, siempre con una visión a largo plazo y siendo conscientes del riesgo que asumimos.
¿Cómo se puede invertir en robótica?
Existen tres maneras de hacerlo: mediante la compra directa de acciones, mediante fondos de inversión temáticos y mediante ETF.
Sin ánimo de ofender a los que se decanten por comprar directamente acciones de una empresa del sector, debido a la diversificación que ofrecen de por sí los fondos (cotizados o no), en esta ocasión cobra más sentido hacerlo mediante ETF o fondos de inversión.
Enumeramos a continuación algunos de ellos, de diferentes gestoras, a modo de sugerencia:
ETF:
Robo Global Robotics & Automation ETF (US3015057074)
Global X Robotics & Artificial Intelligence ETF (US37954Y7159)
iShares Automation and Robotics (IE00BYZK4552)
Fondos de inversión:
Pictet – Robotics (LU1279334483)
AXA WF Frm Robotech (LU1529780659)
Allianz Global Artificial Intelligence AT EUR – (LU1548497699)