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Rescate, rescate light o no rescate. ¿Qué nos estamos jugando en la UE?

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La magnitud de la crisis ocasionada por la COVID-19 ha llevado a que la Unión Europea tome medidas excepcionales. Sin embargo, como suele ser habitual en el seno de la Unión Europea, conviven diversas sensibilidades y diferentes puntos de vista. En esta ocasión no tanto por la necesidad de poner en marcha las medidas necesarias, sino por la manera de implementarlas. En el siguiente post hablaremos sobre el rescate a la UE.

Entre las medidas, la activación de la Cláusula de Escape General, a través de la cual se ha suspendido la aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), o la creación de un Fondo de Reconstrucción europeo, que permita a las economías de los estados miembro salir lo más rápidamente posible de esta crisis.

Primeros pasos: Europa necesita responder a la crisis del COVID-19

En la cumbre de líderes europeos celebrada el 19 de junio para debatir las características del fondo hubo un acuerdo generalizado acerca de la necesidad de que en este caso Europa diese una respuesta «ambiciosa, que combine solidaridad, inversiones y reformas», en palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen.

Sin embargo, hubo discrepancias sobre el tamaño del presupuesto a consignar, así como los criterios para repartirlo y cómo se articularía, siendo este último quizás el punto de mayor complejidad, ya que algunos países propusieron hacerlo en su mayor parte vía transferencias, mientras que otros preferían que fuese mayoritariamente en forma de préstamos.

El Fondo de Reconstrucción: la cumbre definitiva

Tras esta cumbre, los líderes europeos se emplazaron para otra cumbre, en este caso presencial, a celebrar los días 17 y 18 de julio, con una cifra de 750.000 millones de euros sobre la mesa.

La dificultad para cerrar a un acuerdo provocó el alargamiento de la reunión durante más de 90 horas (una de las cumbres más largas de la historia de la Unión), sellándose finalmente el pacto a las 5.30 horas del día 21 de julio, tras cuatro días de intensas negociaciones.

La cifra final de 750.000 millones para el Fondo de Reconstrucción se ha mantenido intacta, de los cuales España podría llevarse 140.000. La oposición de los llamados «cuatro frugales» (Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia, habitualmente secundados también por Finlandia) ha conseguido modificar algunos aspectos, introducir cláusulas adicionales y obviar otras posibilidades que se habían planteado inicialmente.

Estos son los aspectos principales del acuerdo:

Qué tipo de reformas pueden pedir a España

Como se ha explicado anteriormente, aunque no existe una condicionalidad estricta, como pudo haber en rescates económicos anteriores (por ejemplo, a Grecia), el acceso a la ayuda depende de que los países se comprometan a hacer determinadas reformas, en línea con las recomendaciones emitidas para cada Estado por la Unión Europea.

En el caso de España, hay dos aspectos muy concretos sobre los que el primer ministro holandés Mark Rutte ha insistido mucho, como son la flexibilización del mercado laboral y la sostenibilidad de las pensiones.

Además de estas dos cuestiones principales, la lista de deberes para España puede incluir:

¿Es rescate, es un rescate light o es un «no rescate»?

El acuerdo ha sido aplaudido en general, al ser la primera vez que la Unión Europea es capaz de dar un paso hacia una cierta unión fiscal, en una grave situación como la que ha traído la COVID-19.

Sin embargo, como hemos visto, quedan los matices y la letra pequeña. La ratificación del acuerdo por los diversos organismos todavía augura cierta tensión, y la presentación e implementación de los planes nacionales tendrá ciertas dificultades.

En ocasiones, se ha llamado «Plan de rescate» a este fondo de reconstrucción. ¿Hasta qué punto se puede considerar como tal? Repasemos los tres últimos rescates realizados por la Unión Europea:

El Plan de Reconstrucción por la pandemia de COVID-19 se parecería más a este último caso, en el sentido de que existen condiciones, pero no son tan estrictas ni se adentran tanto en los detalles como en el caso de los rescates totales. Pero, por otro lado, se asemejan más a éstos en que se dirige de alguna manera a la totalidad del país, no a un sector en concreto.

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