Las rebajas ya están aquí. Literalmente. No llevamos ni unos días de verano oficialmente y las tiendas y marcas ya han puesto los descuentos de la ropa de esta temporada, adelantándose más cada año. El comercio textil vive una época de muchos cambios y una feroz competencia que ha desencadenado en una guerra de precios bajos prácticamente todo el año, de ahí que las rebajas cada vez lleguen antes.
¿Esto qué provoca? Que nos lancemos a ellas, consecuentemente, con mayor antelación cada vez, pues además las campañas de marketing son intensas. Y con ello, la salud de nuestras finanzas podría correr un importante riesgo ante esta desenfrenada locura colectiva.
Pero no hay que olvidar que el verano no ha hecho más que empezar, y que si queremos disfrutarlo al 100%, con vacaciones y viajes incluidos, no podemos dejarnos todo en las rebajas, tan solo ceñirnos a lo que realmente sea necesario, sin dejarse llevar por el derroche, que tanto daño hace a nuestros ahorros.
Y aunque cada año nos repetimos lo mismo, se nos hace muy difícil no caer en la tentación. Pero éste tiene que ser el definitivo, el del cambio, porque te vamos a dar la receta para controlar las compras en rebajas y, a la vez, ahorrar algo de dinero:
8 claves para hacerte con las mejores gangas y ahorrar a la vez
La ecuación no es sencilla, eso es cierto. Comprar en las rebajas y conseguir además un verdadero ahorro está solo al alcance de unos pocos. Pero el objetivo es precisamente estar dentro de ese privilegiado grupo que sabe detectar las verdaderas gangas y no tira el dinero cada año por estas fechas. Éstas son las claves para hacer de estas rebajas las del principio del cambio:
1. ¿Qué necesitas?
Lo primero y básico, y en eso coinciden todos los expertos, es saber qué se quiere, o mejor dicho, qué se necesita. Si vas de rebajas de paseo, solo para ver que hay, saldrás de las tiendas cargado de cosas innecesarias. Ten claro el objetivo, identifica qué es lo que realmente te hace falta y qué es mejor comprar ahora que más tarde.
2. Busca en internet
Una vez que sepas lo que quieres, busca en Internet. No te lances a las tiendas sin haber mirado en diferentes páginas web y comercios online para, al menos comprobar el precio de lo que quieres comprar. Aunque dé pereza rastrear durante un rato, tu bolsillo te lo agradecerá, pues puede haber diferencias y descuentos muy notables entre una tienda y otra.
3. Presupuesto
Otro paso que no debemos saltarnos es el del presupuesto. Al igual que debemos tener uno mensual para llevar nuestra economía doméstica controlada, es igual de conveniente a la hora de ir de rebajas. Aunque en este caso solo sea necesario saber con cuánto gastar aprovechando descuentos: el objetivo es determinar qué cantidad no trastornará ni nuestra economía ni nuestro verano. Por lo tanto, hay que tomar la cantidad justa que podemos permitirnos y ser fieles a ella.
4. Planifica
Para contar con una cifra suficiente para cubrir el coste de nuestras compras en rebajas, conviene planificar con antelación, ahorrando durante los meses previos. De este modo alcanzará para las rebajas sin sacrificar alguna partida que teníamos destinada para otra cosa. Por ello, si este año no lo has hecho, tenlo en mente para años sucesivos.
5. Dinero controlado
Con el objetivo de atenernos a ese presupuesto, es aconsejable llevar dinero en efectivo y dejar la tarjeta en casa, o tener muy controlado el extracto de movimientos de la tarjeta. De esa forma no habrá tentación de tirar del crédito. Ten tu dinero controlado, con la lista de cosas necesarias, así evitarás volver a casa con bolsas de más y dinero de menos.
6. Paciencia en rebajas
Y, si no tienes mucha prisa, espera a que pasen los primeros compases de las rebajas. Como todos sabemos, los descuentos son mayores a medida que pasa la campaña, por lo que si esperas unas semanas podrás conseguir mayores gangas. El único riesgo es que justo lo que quieres se agote. Ahí entra en juego la paciencia de cada uno y la necesidad de algo determinado.
7. Cabeza fría en rebajas
En cualquier caso, lo importante es tener la cabeza fría y no volverse loco. Para ello también influye el momento que se elija para ir de compras, en caso de que no se compre online. Si puedes, hazlo a primera hora de la mañana en un día laborable. Así evitas colas y aglomeraciones que solo generan esa ansiedad que puede acabar afectando al bolsillo, por no mirar con detenimiento cada artículo.
Otra forma de lograrlo es ir solo de rebajas. Cuando vamos con amigos, o entre familia, acabamos animándonos unos a otros a comprar esto o aquello y se nos puede acabar yendo de las manos.
8. Si no te convence, te lo ahorras
Guarda bien los tickets, pues son tu seguro si te arrepientes porque en casa te das cuenta de que no necesitas alguna compra. Tenlos a buen recaudo hasta que terminen las rebajas. Y con la ropa, no estrenes todo rápidamente, pruébatelo de nuevo en casa y asegúrate que lo quieres de verdad, porque comprar para usarlo una vez es, sin duda, tirar el dinero.