El mercado de renta fija está en la UCI, y puede que la entrada en vigor de Mifid 2 sea la puntilla final para que quede reservado para los grandes inversores e instituciones de inversión colectiva.
Y si esto es así en general, en el caso del mercado español esta tendencia es extrema. El motivo es sin duda el conocido caso de las emisiones preferentes.
Preferentes, contigo empezó todo
Las preferentes marcaron un antes y un después en el mercado de renta fija español, tanto por el lado de la oferta como por el lado de la demanda.
Los inversores particulares ya no quieren ni oír hablar de emisiones de entidades financieras, que son las que mayor peso tienen en los mercados. La renta fija dejó de ser percibida como algo similar a un plazo, y ahora es percibido como un producto de riesgo, y puestos a arriesgar, se prefiere la bolsa.
Pero es que las empresas tampoco quieren colocar su deuda entre ahorradores. El motivo es un miedo a demandas y la imagen que puedan generar, ya que la legislación cada vez es más garantista con el pequeño inversor.
Situación actual
Actualmente, en el mercado español, salvo algunas pequeñas emisiones de concesionarias de autopistas como Audasa, no hay emisiones en mercado primario dirigidas a minoristas.
La frontera para ser considerada una emisión minorista son los 100.000 euros de nominal, y ahora todas las empresas emiten con ese importe mínimo.
Además de no tener que temer consecuencias legales, las emisiones para profesionales tienen muchos menos requisitos, y de hecho no es necesario reportar periódicamente a la CNMV si una entidad no tiene emisiones minoristas.
Además, muchos de los emisores deciden emitir en Irlanda o en Alemania para facilitar la entrada de inversores internacionales.
Quién compra renta fija
Principalmente, hay dos grandes compradores de renta fija:
- Empresas aseguradoras, tradicionales inversores de ese mercado que buscan emisiones a 10 o más años en los que invertir las primas que cobran por sus seguros.
- Bancos y gestoras de inversión colectiva, que buscan activos en los que invertir su capital. Principalmente hablamos de fondos de inversión y planes de pensiones.
Quién invierte en fondos de inversión y planes de pensiones de renta fija
Lo más irónico es que son los ahorradores, los inversores con menos apetito por el riesgo y que quieren inversiones más tranquilas, los que acaban comprando, de forma indirecta, las emisiones de renta fija de las que inicialmente huían.
Según datos de Inverco, sólo se invierte en un 11% en planes de pensiones de renta variable pura:
Es decir, la inmensa mayoría de los planes de pensiones se invierten en renta fija, ya que los planes mixtos tienen una buena parte de sus inversiones en esos activos.
Por lo que respecta a los fondos de inversión, no es tan extremo, pero la tendencia es la misma. La mayoría de inversores invierten en fondos de inversión de renta fija, mixtos o similares:
Tipos de interés negativos
Los diferentes programas de estímulo de los bancos centrales han llevado a los tipos de interés a mínimos históricos por debajo de 0, y eso ha tenido un gran impacto en las rentabilidades de los productos basados en renta fija.
Además, esos estímulos implican que sea el propio banco central el que compre deuda pública y privada, incrementando los precios y rebajando rentabilidades.
La consecuencia directa es que en los últimos años los fondos más conservadores han tenido que rebajar las comisiones para no generar rendimientos negativos, ante la dificultad para encontrar inversiones rentables.
Qué cambia con Mifid 2
Parece que a raíz de la implantación de Mifid2, el mercado de renta fija pueda quedar definitivamente cerrado para los minoristas. El motivo es que se interpreta que si ahora un minorista no puede acudir a la emisión de un bono, tampoco tiene sentido que pueda comprarlo posteriormente en el mercado secundario.
Actualmente sí puede, sólo debe ir al banco o bróker y pedir que le compren un bono, ya sea en mercados españoles o fuera.
Aunque eso es algo que ahora sucede también con la renta variable, las OPV han quedado fuera de la órbita de los minoristas, precisamente para evitar demandas como en el caso de la salida a bolsa de Bankia.
Pero nadie se plantea que no puedan comprarlo en la bolsa, en cualquier momento posterior.
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