A la hora de invertir en Bolsa, hay ciertas reglas de oro que todo el mundo debería seguir. No obstante, también es un hecho que no todas las personas tienen el mismo estilo inversor ni siguen las mismas técnicas de inversión.
Así, por ejemplo, unos prefieren invertir en función de criterios técnicos, mientras que otros se fijan en los fundamentales; unos optan por los valores más defensivos y por el cobro de dividendos, mientras que otros prefieren acciones de crecimiento, o incluso valores especulativos, etcétera.
Qué son los chicharros en la Bolsa: definición y concepto
Los chicharros son valores correspondientes a empresas de pequeña capitalización que cotizan en bolsa, en ocasiones pertenecientes a valores que tienen o han tenido problemas en el pasado, y que, por lo tanto, pueden presentar grandes oscilaciones en su cotización.
Habitualmente, su precio está por debajo de un euro, o es de pocos céntimos incluso, con lo cual se acentúan las variaciones en la cotización. Por ejemplo, si una acción está cotizando a 0,10 euros, una variación de un céntimo (0,01) supone una oscilación del 10%.
Qué riesgos tienen
Aunque, como es lógico, los inversores entran en ellos con la esperanza de obtener un beneficio, los riesgos que presentan son considerables:
- Lo mismo que pueden subir, el chicharro puede ir a la baja. En el ejemplo anterior, si en vez de subir ese céntimo, lo baja, hemos perdido un 10% de la inversión de un plumazo.
- Si son valores de pequeña capitalización, por algo es. En muchos casos son empresas que no han podido o sabido crecer más, y en otros son compañías venidas a menos tras años de pérdidas, aunque también pueden ser empresas en expansión.
- Son valores volátiles, que pueden protagonizar subidas o bajadas muy pronunciadas en muy poco tiempo. Esto genera oportunidades de inversión, pero también implica un riesgo mayor, por lo que no es recomendable exponer un porcentaje muy alto de la cartera a este tipo de valores.
- Como son valores de poca liquidez. Es posible que de manera repentina nos encontremos con que no es posible deshacernos de los títulos, puesto que no hay nadie dispuesto a comprarlos (incluso puede que lleguen a dejar de cotizar), o el precio al que los tenemos que vender es “de derribo”.
Cómo identificar a un chicharro en la Bolsa
Como hemos explicado, hay diversos rasgos que definen a los chicharros, normalmente poseen varias de estas características:
- Pequeña capitalización, cotizan en mercados pequeños (en España, en el Índice General o incluso, preferentemente, en el MAB, el Mercado Alternativo Bursátil).
- La cotización de la acción es baja, normalmente inferior a un euro (aunque no tiene por qué ser así, es habitual).
- Presentan grandes oscilaciones en poco tiempo (por ejemplo, variaciones superiores al 50% en pocos días).
- Poca rotación, cada día se venden pocas acciones con relación al capital total de la empresa.
- Habitualmente, son empresas que han presentado pérdidas durante años.
- Normalmente, no son objeto de cobertura por parte de las casas de inversión, es decir, no contamos con análisis de expertos acerca de ese valor.
Si no eres un inversor especulativo y tienes cierta aversión al riesgo, es preferible que evites este tipo de valores. Al fin y al cabo, invertir no es lo mismo que apostar, aunque algunos lo piensen.
Si buscas oportunidades de inversión para obtener rentabilidades elevadas, a cambio de asumir el riesgo de pérdidas también elevadas, puedes invertir una pequeña parte de tu cartera en este tipo de valores.
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