La inflación es una medida del ascenso de los precios de bienes y servicios en una economía. Se puede dar en cualquier producto o servicio, incluidos elementos imprescindibles como la vivienda, alimentación o salud, así como en otros bienes y servicios de consumo más discrecional.
Uno de los peligros de la inflación es que se llegue a convertir en una espiral destructiva que erosione el poder adquisitivo de los ciudadanos. En el momento en que pasa a extenderse por toda la economía, es difícil eliminar el problema del lado de los consumidores y del de las empresas.
Los bancos centrales de los países, incluyendo la Reserva Federal estadounidense a y el Banco Central Europeo, tienen como mandato el control del el nivel de inflación. Por ello, diseñan sus políticas monetarias con el objetivo de lograr mantener el nivel de la inflación alrededor del 2%.
¿A quién beneficia la inflación?
A pesar del problema que supone la inflación para la economía en general, lo cierto es que algunos sectores salen beneficiados en períodos de alta inflación. Por ejemplo, las cotizaciones de las empresas energéticas suelen subir cuando el precio del petróleo sube.
Inflación por demanda
Cuando la economía registra un fuerte expansión puede producirse lo que llamamos inflación por demanda, que significa que el aumento de la demanda de los bienes y servicios favorece que los precios suban porque hay más demanda que oferta de esos productos. En estos casos, las empresas que son capaces de incrementar los precios por la alta demanda de sus productos también se ven beneficiadas por la inflación. Son aquellas que producen bienes de demanda inelástica, sin sustitutivos, como por ejemplo el combustible.
Uno de los sectores que históricamente se ha visto favorecido por el incremento de la demanda en casos de bonanza económica es el sector inmobiliario. En el ciclo alcista de la economía la demanda de viviendas suele aumentar de forma más rápida que la oferta y, por tanto, las inmobiliarias y, en general, todo el sector de construcción y promoción de viviendas puede verse beneficiado.
Los peligros de la inflación
Así como hemos visto que las empresas que tienen capacidad para incrementar precios y márgenes de beneficios se ven claramente favorecidas en un entorno inflacionista, los costes también deben ser tenidos en cuenta.
Aquellas empresas que no son capaces de incrementar los precios de sus productos, pero que, sin embargo, sufren una subida de costes por la inflación verán cómo sus márgenes y rentabilidad se desploman.
Como conclusión, la capacidad de trasladar el aumento de precios al consumidor final es una de las claves que determinarán si una empresa conseguirá superar e incluso ser rentable en un periodo de inflación.
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