Un dividendo especial, también llamado dividendo extraordinario, consiste en el reparto de activos del balance de una empresa, normalmente en forma de dinero, entre sus accionistas. Frecuentemente los dividendos especiales son de una cuantía mayor a la de los dividendos ordinarios, y están asociados a un evento en concreto, ya sea la venta de algún activo importante por parte de la empresa o cualquier otra situación no recurrente.
¿Cuándo se produce un dividendo especial?
El reparto de un dividendo especial se suele anunciar tras la presentación de unos resultados fuertes por parte de la empresa, como forma de repartir parte de los abundantes beneficios obtenidos. También pueden tener lugar cuando la empresa realiza algún cambio significativo en su estructura de capital, frecuentemente asociado a la venta de algún activo importante.
En estos casos la empresa ha vendido algún activo que tenía contabilizado en su balance como activo a largo plazo y pasa a tener el dinero en el balance. En lugar de almacenar ese dinero en las cuentas de la empresa, la directiva decide que es un buen momento de recompensar a los accionistas.
¿Quién decide cuándo se reparte un dividendo especial?
La política de dividendos de cualquier empresa está definida por la directiva de la empresa y su consejo. En el caso de los dividendos ordinarios las directivas suelen intentar que su reparto se haga de forma sostenible, ya que cuando una empresa se ve obligada a recortar su dividendo casi nunca es recibido como una buena noticia por parte del mercado.
Desde el punto de vista empresarial, el reparto de dividendos por parte de una empresa tiene sentido principalmente cuando la empresa no tiene oportunidad de poner a buen uso ese capital. Las empresas que no reparten dividendo, por tanto, no necesariamente son empresas que no son rentables, sino empresas cuyos directivos consideran que pueden obtener un retorno superior reinvirtiendo el dinero en su propio negocio.
Ejemplo de reparto de dividendo especial
La empresa austríaca de bebidas energéticas Red Bull en 2017 repartió un dividendo extraordinario de 500 millones de euros. Este dinero se repartió además de los 263 millones que la empresa pagó en concepto de dividendo regular. Este dividendo especial estuvo justificado por el gran aumento de beneficios que había experimentado la empresa de bebidas en el 2016. La directiva decidió recompensar a los accionistas repartiendo una parte importante de los beneficios en formato de dividendo extraordinario.
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