SEPA (Single Euro Payments Area) es la iniciativa que permite que particulares, empresas y otros agentes económicos realicen sus operaciones de cobros y pagos en euros, tanto nacionales como internacionales, en las mismas condiciones básicas y con los mismos derechos y obligaciones, con independencia del lugar en que se encuentren.
La zona SEPA la forman actualmente los 28 estados miembros de la Unión Europea (UE), así como Islandia, Lietchestein, Noruega, Suiza y Mónaco.
SEPA es el paso lógico para completar el proceso iniciado en 2002 con la introducción de billetes y monedas denominados en euros y permitirá aprovechar plenamente todas las ventajas que ofrece la Unión Monetaria.
¿En qué me afecta SEPA?
La implementación de SEPA afecta a las siguientes operaciones ordinarias:
– Desaparición de la OTE (Orden de Traspaso Efectivo):
Desde el 1 de febrero de 2014 dejaron de ser operativas las OTEs con el nuevo sistema de pagos SEPA y a partir de esa fecha, se impone como forma de ingreso en cuenta las transferencias o cheques.
– Tu cuenta bancaria se identifica por el código IBAN, en lugar de por el Código Cuenta Cliente ó CCC:
El IBAN es el código de número de cuenta bancario en formato internacional que permite la identificación única de cuentas abiertas en entidades financieras.
El código IBAN se compone de un identificador del país de la cuenta, en nuestro caso es ES, seguido de dos dígitos de control y de los 20 dígitos del CCC actual de tu cuenta.
La entidad bancaria estará identificado por un código llamado BIC, este código identifica al banco asociado a la cuenta, algunos bancos pueden pedirte este código BIC en el momento de realizar una transferencia.
– Adeudos directos:
Para domiciliar recibos, deberás proporcionar a la entidad emisora el código IBAN en lugar del código CCC.
También deberás firmar la autorización de la orden de domiciliación como hasta ahora, manteniéndose el plazo de 8 semanas para devolver recibos autorizados.
¿Qué ventajas aporta SEPA?
Permite realizar operaciones internacionales entre países SEPA de forma tan sencilla como las realizadas en el propio país:
– La posibilidad de utilizar una sola cuenta bancaria para operaciones en euros dentro de la zona SEPA.
– Una mayor protección para los usuarios de servicios de pago.
– Fácil adopción de innovaciones en los medios de pago como factura electrónica y pagos a través de dispositivos móviles.
– La desaparición de barreras para la ejecución de pagos internacionales.