Con la fuerte irrupción del ecosistema emprendedor en todo el mundo, las empresas o startups que pretenden hacer crecer su negocio lo antes posible necesitan financiación. Una forma es recurrir a los Business Angel, pero ¿qué son exactamente?
Su significado todavía no se encuentra bajo ningún marco académico, pero un Business Angel podría definirse como la persona física o jurídica que invierte determinado dinero en una empresa, en principio de nueva creación o startup. El objetivo es potenciar su crecimiento ayudando con el dinero invertido, los conocimientos sobre el sector y los contactos personales.
El resumen perfecto podría ser: “un tipo con dinero disponible que invierte en una empresa para obtener un beneficio directo”. Y es que, por norma general, los Business Angels son personas con un alto poder adquisitivo que ven oportunidades de negocio en nuevos nichos de mercado, sobre todo tecnológicos. De este modo desarrollan una gran labor para las startups que no pueden adquirir financiación a través de los canales regulares (entidades financieras) o compañías de capital riesgo.
Sin que haya un modelo estándar de Business Angel, por lo general suelen hacer inversiones que rondan entre los 25.000 y 250.000 euros. Otra característica es que invierten en empresas de nueva creación, o en las cuales no ha invertido nadie en los 2 o 3 años siguientes a su creación, pero muestran un gran potencial.
La principal aportación que hace un Business Angel a una empresa tiene que ver con la confianza que le ofrece ante el mercado en general. Es decir, si alguna de estas personas ha invertido es porque confía en ese proyecto y, por lo tanto, lo transmite a otros inversores. También aporta conocimiento sobre el sector, y sobre todo, un capital inicial clave para el desarrollo del proyecto.