El verano está a la vuelta de la esquina. Con él, los días más largos, buenas temperaturas y sí, ¡dentro de muy poco llegarán las vacaciones! Sean unos días, unas semanas, o un mes completo, nos merecemos un descanso y ¿por qué no un viaje para desconectar y explorar otros lugares?
A estas alturas, con las vacaciones tan próximas, podríamos pensar que ya la única opción es acudir a una agencia. Y sería lo más cómodo, desde luego, pero, ¿y si ahora que ya sabemos más o menos dónde nos apetece ir, buscamos en Internet si hay un vuelo barato y a partir de ahí empezamos a montarnos nuestro propio viaje? ¿Ahorraremos de ese modo? Veamos cómo afecta a nuestro bolsillo la comodidad de los paquetes organizados.
¿La comodidad de los paquetes acaba saliendo cara?
En Self Bank hemos querido calcular cuánto nos ahorramos en un viaje por nuestra cuenta respecto a un paquete contratado en una agencia. Como ya vimos, viajar en agosto y la segunda quincena de julio es más caro, por ello centraremos el análisis en un viaje modelo a Europa durante la primera quincena del mes de julio:
Budapest – Viena – Praga
Saliendo la primera semana de julio el precio con descuento a dos meses del viaje con un agencia es de 742€ por persona. El circuito incluye 7 noches de hotel con desayuno, vuelos de ida y vuelta a Madrid, desplazamientos entre las tres ciudades en autobús, visitas panorámicas y seguro de viaje.
Para comparar este precio hemos buscado cuánto nos saldría si reservásemos nosotros mismos exactamente en las mismas fechas y con hoteles de categoría similar. Agrupando los gastos por persona:
- Vuelos ida y vuelta a Madrid: 184€
- Hoteles con desayuno: 175€ (por persona, en habitación doble)
- Autobuses y taxis: 45€
- Visitas panorámicas: 50€
- Seguro de viaje: 33€
Precio total por tu cuenta: 487€.
Respecto a los 742€ (en oferta) supone un ahorro del 34%. Y sería todavía mayor si fuésemos flexibles con las fechas, que para esta comparación las hemos hecho coincidir con el paquete turístico.
El coste de oportunidad de ir por tu cuenta
Después de ver las implicaciones económicas, centrémonos en el coste de tiempo que nos supone ir por nuestra cuenta, en vez de ir a una agencia:
Antes del viaje
En un viaje sin agencia tenemos plena libertad para elegir qué visitar en cada destino, en qué orden trazaremos la ruta, cuánto tiempo estaremos en cada lugar y tendremos que reservar vuelos y alojamiento. Todo esto debemos decidirlo antes de las vacaciones.
Y esa labor de investigación previa tiene un coste en nuestro tiempo libre. Aunque, bien es cierto que para los apasionados de los viajes esto no representaría en absoluto un coste, sino la mejor forma de invertir su tiempo libre, como si fuera una parte más del viaje.
Durante el viaje
Ya en el viaje seguiremos por nuestra cuenta: si hemos ido en avión, tendremos que movernos en transporte público al hotel y cada día nosotros nos marcaremos el ritmo. Dependeremos de otros medios de transporte y aquí nuevamente tenemos un coste de tiempo, pues no siempre las conexiones serán las que nos permitan aprovechar mejor los horarios. Además, seguramente necesitemos más información de la que hemos podido obtener antes del viaje: cómo llegar a un lugar de interés, horarios de apertura, restaurantes típicos… para todo esto también necesitamos tiempo.
Tiempo disponible vs. coste del viaje
Como planteamiento final y siguiendo con la reflexión anterior, la optimización de un viaje por nuestra cuenta pasa por maximizar nuestra satisfacción y minimizar el coste. Y en ese sentido deberíamos buscar el equilibrio entre dos extremos:
Lo más barato sería disponer de plena libertad para elegir la fecha de ida y vuelta:
- Compraríamos el vuelo cuando esté a mejor precio.
- Nos moveríamos de un lugar a otro en transporte público, cuando sea más barato.
- Usaríamos cada día las herramientas del social travel y así tendríamos alojamiento gratuito mediante couchsurfing.com o bewelcome.org
Lo más caro es fijar un día exacto de ida y vuelta, que es justamente la opción que nos ofrecen las agencias y como hemos visto en el ejemplo anterior nos cuesta un 34% más.
Por tanto, para viajar y ahorrar al mismo tiempo podríamos situarnos en un punto intermedio. Aunque la opción más barata es irrealizable para la mayoría, sí que podemos adelantar todo lo posible la planificación, evitar el mes de agosto, buscar vuelos y reservar hoteles con tiempo y hacer cierto uso del social travel.
Preparando las vacaciones de verano (I): planificar y reservar con tiempo para empezar ahorrando
Preparando las vacaciones de verano (II): ¿Viajar en agosto es la mejor idea?