Descansa un momento la vista para mirar un instante el calendario. Como habrás podido comprobar, ya no falta mucho para el verano y en el blog de Self Bank te vamos a contar una serie de artículos sobre cómo puedes ahorrar en vacaciones. Desde la decisión del destino, pasando por la búsqueda de información y las reservas, cuánto mejor planifiquemos más podremos ahorrar.
Fijar el período vacacional
De ello va a depender la elección del destino, para que en la siguiente fase –de búsqueda de información– podamos descartar lugares en función de la fecha: por ser temporada alta (con precios desorbitados), porque la climatología no es la mejor o, por el contrario, decidirnos por un sitio porque en esos días hay algún evento al que queremos asistir.
Búsqueda de información
Con las semanas de vacaciones ya marcadas en el calendario, lo siguiente es determinar dónde iremos este año.
Hay quien tiene su lista de destinos favoritos y va eligiendo, según el orden de la lista, lo que en cada momento se adapta mejor a su situación económica y, cómo no, lo que más le apetece ese año. Otros piden consejo a amigos o familiares y repiten sus viajes dejándose guiar por sus experiencias.
Como ya te contamos, con el social travel, la última idea podría extrapolarse a todo el mundo. Para profundizar en nuestros lugares candidatos y en lo que nos costaría ir a cada uno de ellos no hay nada mejor que conocer la opinión y los trucos de otros viajeros en: foros, comentarios de páginas como Minube o Tripadvisor y en los abundantes blogs de viajes.
Si viajamos con agencia
También será favorable reservar con tiempo: cuanto antes sepamos los días y el destino, más margen de maniobra tendremos para acudir a diferentes agencias y comprobar cuál tiene el paquete que más nos interesa y al mejor precio.
Además las agencias suelen ofrecer descuentos si se reserva con antelación.
En otro artículo analizaremos los pros y los contras de dejar nuestro viaje en manos de una agencia.
Si viajamos por nuestra cuenta: vuelo y alojamiento
Aunque nos requiera más tiempo y esfuerzo, también conlleva mayor satisfacción, pues toda la planificación puede considerarse como parte del viaje. Y lo más importante, no hay intermediarios, con lo que el ahorro es significativo.
Reservar el vuelo
El billete de avión es uno de los mayores desembolsos del viaje y no se puede asegurar que cuánto antes se compre más barato será, porque cada compañía sigue procedimientos diferentes para establecer sus precios. Pero es igualmente importante buscar vuelos con toda la antelación posible: si conocemos cuándo serán las fechas exactas de ida y vuelta, podremos revisar a diario cómo evolucionan los precios en buscadores como Skyscanner o crear alertas para que nos avisen si varían.
Una clave para ahorrar al buscar el vuelo es dominar el funcionamiento de estos buscadores, sabiendo de dónde a dónde hay combinaciones aéreas y con qué compañías. Un buen consejo para gastar menos es que una vez hayamos encontrado nuestro vuelo, acudamos a la propia web de la aerolínea para comprar el billete. Así nos ahorraremos las comisiones del buscador y de la agencia mediadora.
Incluso para reservar el AVE, podemos ahorrar si lo hacemos con antelación. Renfe suele poner a la venta los billetes 62 días antes de la fecha del viaje y los primeros días hay asientos a precios más asequibles.
Reservar alojamiento
Por otra parte, en los buscadores de hoteles como Booking cada vez es más frecuente la opción de cancelar de forma gratuita hasta el mismo día de la reserva. De modo que podemos reservar una habitación que nos parezca buena y barata y, si luego encontramos una todavía mejor, tendremos la posibilidad de cambiarla.
¿Y por qué no probar Couchsurfing o Airbnb? Como te contamos en el artículo sobre social travel, son opciones muy interesantes aunque, al depender de particulares, requieren más comunicación y planificación previa.
Es evidente que toda esta búsqueda de alojamiento deberíamos realizarla con tiempo y que cuanto antes reservemos mejores precios obtendremos.
Preparando las vacaciones de verano (II): ¿Viajar en agosto es la mejor idea?
Preparando las vacaciones de verano (III): ¿La comodidad de los paquetes acaba saliendo cara?