Llega la primavera, las temperaturas suben y en lo único que nos dan por pensar en esta época es en las vacaciones de verano. Aún quedan unos meses, pero en realidad no es tanto tiempo, pues en unos dos meses ya muchos partirán hacia su destino de asueto. Por ello, es un buen momento para empezar a planificar el viaje, sobre todo para dejar atados los aspectos indispensables del mismo.
Esto es: el desplazamiento y el alojamiento. Son los dos trámites principales y los que más cuesta cerrar, pues siempre intentamos que ambos nos cuesten lo menos posible y tengan la calidad que queremos. Por ello, la tarea de rastreo debe comenzar pronto, pues si lo dejamos para última hora quedarán menos opciones disponibles…y seguramente a mayor precio.
En el caso de los hoteles, además, la cuestión de la capacidad es muy importante. Porque las plazas hoteleras son las que son, y cuando se acaban no hay mucho que hacer -solo rezar para que haya cancelaciones de último momento-, mientras que siempre hay alternativas para llegar a un sitio, aunque algunas sean más pesadas e incómodas. Por eso, reservar ya el hotel puede suponer un alivio tanto para la tranquilidad del viaje como para el bolsillo.
Reserva y ahorra
El objetivo pues es conseguir el hotel que deseamos al menor precio posible. Y para ello, una serie de trucos o consejos pueden sernos de gran ayuda.
- La búsqueda es clave. Como es evidente, cuanto más tiempo y ganas dediques a la búsqueda, mejor resultado obtendrás. Esto quiere decir que, durante unas semanas, deberás pasar tus ratos libres rastreando por la web diferentes opciones, tanto de sitios como de fechas, y comparar precios. Una tarea que puede resultar aburrida, pero que es la clave de que consigas ahorrar con la reserva del hotel.
- Consulta a conocidos. Si el lugar que vas a visitar ya ha sido destino de vacaciones de familiares o conocidos, consúltales sobre su experiencia y pídeles ayuda para que te recomienden un buen hotel que se ajuste a tu bolsillo. Y no solo eso. Entra en foros y webs de viajes y pide también opinión, pues seguro que muchos usuarios y sus experiencias te pueden ayudar a descubrir un hotel de ensueño por un precio menor del que pensabas.
- Ahorra los meses previos. Si llegas al día de hacer la reserva con un buen colchón de ahorros para pagarla, tus vacaciones serán mucho más placenteras. Para ello, es bueno que consultes precios bastante antes de ir a hacer la reserva, para así saber más o menos qué cantidad te puede costar el alojamiento. De este modo, podrás ir ahorrando poco a poco y no tendrás que pagarlo a plazos o destinar la paga veraniega a hacer frente al hotel. Así, te despreocuparás y durante el viaje podrás disponer de más dinero.
- Prescinde de intermediarios. Normalmente, cuando buscamos el hotel lo hacemos a través de un buscador especializado que hace de intermediario y, como tal, se lleva una comisión por ello. Esto eleva nuestra factura hotelera y muchos no lo saben. Bastantes hoteles y cadenas fomentan la reserva en sus webs o directamente por teléfono dando ofertas a los clientes. Por ejemplo, la cadena Marriot se compromete a igualar el precio del alojamiento si 24 horas después de reservarlo en su web el cliente es capaz de encontrar en un intermediario una oferta inferior, e incluso, en caso de encontrarla, añade un descuento del 25%. Otros reservan las mejores habitaciones para los clientes que les lleguen directamente y a mejor precio o les premian con puntos de fidelidad. Por ello, merece la pena prescindir de esa ayuda para ahorrar en el viaje.
- Pasa de la primera línea de playa. Los hoteles a primera línea de playa vivieron un ‘boom’ hace décadas y se volvieron en objeto de deseo de todos los turistas que iban a pasar sus vacaciones a la costa. Como es evidente, esta posición privilegiada encarece el alojamiento. Si no tienes especial interés en ver el mar desde tu habitación o en no tener que dar dos pasos para bajar a la playa, busca un hotel de segunda o tercera línea. No solo ahorrarás, sino que puede que encuentres un hotel más cómodo, limpio, cuidado y tranquilo.
- Olvida los packs. Los packs de vacaciones son vistos muchas veces como una forma de ahorro, ya que por una cantidad cerrada tienes el desplazamiento y el hotel. Pero en la mayoría de las ocasiones no es así. Prueba a hacer la búsqueda del desplazamiento y el hotel de forma independiente y a buen seguro te saldrá más barato. El pack es más cómodo, y por lo tanto eso se paga.