La carga que está suponiendo el envejecimiento de la población española para la hucha de las pensiones puede conllevar que la pensión pública sufra progresivas disminuciones en los años venideros. Para protegernos o para ir cubriéndonos ante esta situación será vital comenzar a planificar nuestra jubilación cuanto antes.
Las aportaciones que realicemos a nuestro plan de pensiones privado son totalmente flexibles, se puede adaptar la cantidad destinada en función de nuestra situación. Podríamos reducir nuestra aportación en caso de incurrir en gastos puntuales (comprar una casa, coche, educación de tus hijos, etc.)
La rentabilidad que se podrá obtener será mucho mayor si comenzamos un plan de pensiones a una edad temprana, porque será posible asumir un riesgo mayor al tener más tiempo para recuperar nuestra inversión, lo que se reflejaría en un mayor dinero disponible el día que decidamos rescatar nuestro plan de pensiones. Además, la estrategia a seguir irá totalmente adaptada a nuestro perfil, situación personal y económica.
Sin embargo, no olvides que cada plan de pensiones tiene sus propias comisiones y que estas pueden influir negativamente en su rentabilidad final.
Aunque no todo son malas noticias, más bien al contrario, ya que cuando decides contratar un plan de pensiones puedes reducirte una cantidad en tu próxima declaración de la renta. Por ejemplo, si aportas 5.000 euros podrás reducirte hasta 2.250€ en tu siguiente declaración.
Si finalmente decides dar el paso y no demorar más la posibilidad de contratar un plan privado, te interesará saber que no solo podrás disponer de uno, sino que podrás contratar todos los que quieras.