Una vez tenemos claros los factores que deben considerarse para elegir un fondo de inversión, toca abordar la última fase de la inversión en este tipo de instrumentos: la creación de una cartera de fondos de inversión. Efectivamente, no conformarse con un solo fondo, sino que disponer de varios de ellos para de este modo diversificar nuestras inversiones y minimizar de este modo los riesgos.
Pero, ¿quién mejor que nuestros pequeños inversores para explicarnos cómo debemos hacerlo?
Aspectos a tener en cuenta para construir una cartera de fondos
Para empezar, con Naya y Aitana aprenderemos cómo cada cual debe pedirse para los Reyes Magos un regalo que se adapte a sus preferencias, del mismo modo que cada ahorrador debe atenerse a su perfil inversor y entender los riesgos que está dispuesto a asumir.
Una vez conocemos nuestro perfil inversor, es también fundamental entender el horizonte temporal que uno se plantea para la inversión, de la misma forma que Pablo explica a Álvaro y Nacho el tiempo que van a necesitar para poder ahorrar el suficiente dinero de las pagas y comprarse unos esquís para Navidad (ya veréis cómo gastarse toda la paga en chuches no ha sido una buena idea en el caso de Nacho).
Llegamos de este modo a uno de los puntos fundamentales a la hora de construir una cartera de fondos: la correcta distribución de activos, en la que reside buena parte del éxito de nuestra inversión. En este sentido, Jorge, Guillermo y Germán debaten, sin demasiado éxito, qué ingredientes y en qué cantidad van a necesitar para hacer una deliciosa tortilla de patatas.
No se puede hablar de una cartera de inversión sin mencionar uno de los términos estrella: la diversificación y su importancia a la hora de disminuir el riesgo global de la cartera. Del mismo modo que Sofía explica a Alejandra que aunque no le guste la verdura, no puede comer pizza a todas horas, la “salud” de nuestra inversión también requiere de una dieta equilibrada y una buena diversificación de activos.
Para terminar, con Pablo, Javier y sus técnicas de ligarse a una chica, entenderemos las diferencias entre la gestión activa y la gestión pasiva: mientras Javier “se lo curra” y hace de todo por conquistar a la chica que le gusta (gestión activa), el pequeño Pablo prefiere hacerse el interesante y esperar a que sea ella quien mueva ficha (gestión pasiva).