Panic Selling

En ocasiones las acciones bursátiles se desploman a una velocidad vertiginosa. Su precio empieza a caer y la caída no parece tener fin. Este tipo de desplome bursátil es conocido en inglés como panic selling. Es un fenómeno que se produce cuando todos los propietarios de ciertas acciones deciden vender simultáneamente. Al no haber compradores, el precio baja y baja, en un círculo vicioso que manda la cotización a niveles muy deprimidos.

Otro factor importante que suele verse afectado cuando se produce una venta masiva en pánico de una acción es el volumen de contratación. Estos momentos suelen venir acompañados de un volumen fuerte, porque son numerosas operaciones las que producen la caída.

Cuando un valor sufre un revés importante en su precio de cotización, muchos analistas revisan sus previsiones y su cálculo del valor intrínseco de la empresa, para detectar si ha habido algún cambio en su realidad económica que justifique la bajada de precio, o se trata de un movimiento especulativo. En ocasiones, si la bajada de precio no parece justificada en los fundamentales de la empresa, puede ser un buen momento para invertir a buenos precios.

¿Cómo sucede el panic selling?

La venta en pánico de una acción suele seguir cuatro fases. En la siguiente ilustración las podemos observar:

panic selling

 

  1. En la primera fase el precio de la cotización sufre una caída fuerte, que suele denominarse una caída libre. Se rompen todos los suelos y soportes del precio de la cotización.
  2. En la segunda fase, se produce un volumen alto de contratación donde los alcistas y bajistas luchan por establecer la tendencia. La dinámica que se imponga suele continuar su camino en las sesiones siguientes.
  3. En la tercera fase se vuelve a dar un volumen alto de negociación, pudiendo cambiar finalmente la tendencia establecida.
  4. Finalmente, en la cuarta fase, se establece una nueva tendencia de largo plazo, avalada por factores técnicos o fundamentales.

¿Cómo reaccionar ante este tipo de situaciones?

Las bajadas bruscas de cotizaciones pueden crear oportunidades interesantes de inversión. Cuando hay un movimiento brusco del precio de una empresa es un buen momento para revisar nuestro conocimiento y valoración del negocio. Si la bajada nos pilla invertidos en el negocio, es importante tener claro si nuestra tesis de inversión sigue intacta o tal vez haya nueva información en el mercado que nos obligue a revisar nuestra estrategia.

 

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