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¿Operar en verano o Sell in may and go away?

Con la llegada del verano, después de un duro año de trabajo, la gran mayoría de las personas desconectan de su rutina habitual y dejan de lado ciertos hábitos y actividades que les mantienen ocupados durante el resto del año. Entre las rutinas que se dejan de lado está el seguimiento de las inversiones personales por parte de aquellos que tienen su dinero invertido en algún producto financiero.

En este artículo vamos a tratar brevemente cómo podemos actuar en relación a nuestras inversiones durante los días que nos dedicamos a descansar y cuál es el comportamiento histórico de los mercados durante los meses de verano, en donde la actividad inversora disminuye considerablemente.

Vende en mayo, compra en noviembre

A lo largo de la historia moderna de los mercados financieros existe evidencia estadística acerca del diferente comportamiento que tienen las bolsas durante los meses de verano en comparación con los meses de invierno. Durante los meses de verano las bolsas suelen tener un peor comportamiento en términos de rentabilidad debido a que la gran mayoría de los operadores de bancos de inversión están de vacaciones.

Muchos inversores se han basado en esta evidencia estadística para actuar siguiendo una pauta de inversión a la que se ha bautizado como sell in may and go away ( Vende en Mayo y vete), consistente en deshacer sus posiciones de inversión durante los meses de verano para volver a invertir a partir del mes de Noviembre.

La razón de este comportamiento de algunos inversores radica en que esta menor actividad en los mercados se traduce en menores volúmenes de negociación, con la consiguiente ralentización de los mercados cuando estos se encuentran en una fase alcista, pudiendo observarse en muchas ocasiones movimientos laterales durante ese periodo.

Sin embargo, este menor volumen de negociación durante los meses de verano es peligroso en momentos en donde nos encontramos con riesgo de que el mercado se vea sometido a caídas en las cotizaciones. Al existir poco volumen de negociación una caída de las cotizaciones puede magnificarse teniendo consecuencias importantes para nuestra cartera de inversión.

Por lo tanto, como inversores responsables debemos definir una estrategia para poder proteger nuestro capital ante posibles eventos negativos que puedan ocurrir durante nuestros días de vacaciones, para no tener que perder un tiempo muy valioso preocupándonos por el estado de nuestra cartera de inversión.

Cómo proteger nuestra cartera en verano

Para saber qué estrategia utilizar para proteger nuestra cartera de inversión en los meses de verano debemos tener claro qué tipo de inversor somos para poder adoptar la estrategia más adecuada.

Así, si somos un inversor pasivo (invertimos a largo plazo sin preocuparnos de lo que haga el mercado en cada momento) la mejor forma de protegernos ante posibles caídas es llevar a cabo una buena estrategia de diversificación.

En el caso de que seamos inversores activos (movemos nuestro dinero en base a cómo se comporte el mercado), la cosa cambia y deberemos adoptar estrategias más complejas.

La primera de las herramientas de las que nos podemos aprovechar para proteger nuestras inversiones son las órdenes de compraventa de acciones, concretamente aquella  conocida como stop loss. Un stop loss no consiste en otra cosa que en establecer un determinado precio como el precio límite al que querremos tener nuestras acciones en cartera, y si la cotización de éstas alcanza dicho precio automáticamente se venderán nuestras acciones.

Así, si tenemos un paquete de acciones de una empresa X que están cotizando a 22€ y creemos que puede bajar su precio, establecemos un stop loss en 19,5€. Si la cotización de nuestras acciones alcanza esos 19,5€, automáticamente nuestras acciones serán vendidas.

Por último, otra estrategia de protección de aquellos inversores con un perfil activo es la utilización de productos derivados como cobertura.

El producto financiero más utilizado para la realización de cobertura de carteras son los futuros financieros. Imaginemos que tenemos un paquete de acciones de empresas que cotizan en el mercado español. Si prevemos que el IBEX35 puede sufrir algún tipo de corrección durante los meses de verano, podemos protegernos vendiendo futuros del IBEX35 que nos harán ganar dinero con la caída del mercado y nos ayudarán a reducir o compensar las pérdidas de nuestra cartera de acciones. Además de los futuros, existen otros derivados como las opciones financieras que también podemos utilizar para cubrir el riesgo.

Como vemos, tenemos diferentes posibilidades para no tener que preocuparnos de nuestras inversiones mientras disfrutamos de unas merecidas vacaciones.

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