Operando ETF que cotizan en Estados Unidos

Una de las claves para proteger nuestro patrimonio es tener una buena diversificación. Sobre todo si no somos profesionales de las finanzas, y por tanto nuestro conocimiento sobre nuestras inversiones es limitado. El viejo consejo de no poner todos los huevos en la misma cesta nos puede ahorrar muchos disgustos si hay algún suceso negativo. Evitar fuertes pérdidas en nuestro patrimonio es una de las reglas más importantes, y una de las herramientas más eficaces para ello es la diversificación.

En los años recientes han crecido espectacularmente en popularidad los fondos cotizados, también llamados ETF. Con los ETF podemos obtener exposición a una multitud de activos en nuestra cartera a través de un producto muy eficiente. El grado de diversificación que podemos obtener comprando un solo ETF es enorme y, además, las comisiones de gestión y depósito son más bajas que en los fondos tradicionales.

Probablemente la única desventaja importante con respecto a los fondos tradicionales es la incapacidad de traspasarlos sin incurrir en gastos fiscales, pero para aquellos que quieran flexibilidad o invertir a largo plazo, son una muy buena opción.

¿Quién crea los ETF?

Los ETF son cestas de activos, que tienen forma jurídica de fondo, y que cotizan en mercados secundarios como si fueran acciones. Son creados por entidades emisoras. Algunas de las más conocidas son iShares, ProShares o Vanguard. En general suelen replicar a algún índice establecido, pero también pueden ser cestas de activos creadas con otros criterios.

Al cotizar en mercados secundarios, es decir en la bolsa como si fueran acciones, podemos comprar ETF a través de nuestro bróker como si estuviéramos comprando una acción de una empresa.

¿Puedo invertir en ETF que cotizan en Estados Unidos?

En primer lugar hay que tener claro que una cosa es dónde cotiza un ETF y otra cosa es qué activos forman parte de ese ETF. Comprar un ETF en Estados Unidos no significa que estemos invirtiendo en activos estadounidenses. Puede haber un ETF formado por empresas europeas (El Eurostoxx50 por ejemplo) que cotice en Estados Unidos. Este ETF lo podremos comprar en el mercado americano aunque su evolución dependerá del Eurostoxx50, ya que en el fondo estamos comprando exposición a la evolución de las empresas del Eurostoxx.

Aclarado esto, hasta hace poco podíamos comprar fácilmente en cualquier bróker un ETF que cotizara en el mercado americano, al igual que podemos comprar acciones del Nasdaq o del New York Stock Exchange.

Llega Mifid II

El 3 de enero 2018 entró en vigor en la Unión Europea la Directiva 2014/65/EU relativa a los mercados de instrumentos financieros conocida como Mifid 2. Su objetivo es reforzar la actual regulación europea sobre mercados financieros, así como mejorar su transparencia y supervisión.

Parte de la normativa de Mifid 2 consiste en clasificar a los clientes para poder ofrecer el servicio más adecuado a cada caso. En el caso de Self Bank todos los clientes son identificados como clientes minoristas. Esta clasificación otorga el mayor grado de protección posible para el inversor.

Por otro lado Mifid 2 obliga a clasificar también todos los productos de inversión que se ofrecen. Hay dos posibles categorías: productos complejos y productos no complejos. Los productos no complejos son aquellos que se pueden reembolsar de forma frecuente a precios conocidos por el público, en los que el inversor no puede perder un importe superior al que invirtió inicialmente, de los que existe información pública completa y comprensible y que no sean productos derivados.

La mayoría de los ETF replican directamente a un índice, por lo que son clasificados como no complejos. También existen algunos otros que, bien por replicar un índice de manera inversa o por implicar apalancamiento (por ejemplo replicando la variación del índice multiplicada por dos), son categorizados como complejos, por lo que se requieren ciertos conocimientos y experiencia para su negociación.

Con la nueva directiva Mifid 2 todos los brókeres han dejado de comercializar ETF que cotizan con isin US.

¿Por qué puede ser interesante invertir mediante ETF estadounidenses?

En EE.UU. el ETF es un producto con mayor tradición que en España y cuya aceptación ha hecho que ya suponga en 30% de la negociación bursátil. El auge de este producto ha hecho posible que haya una inmensa variedad de ETF en EE.UU. y que hayan logrado rebajar las comisiones de gestión hasta niveles inferiores al 0,10% anual en algunos casos.

Conclusión

Un ETF es una herramienta muy útil para el inversor minoritario. Con ella puede obtener una gran diversificación a un coste muy bajo.

La nueva normativa Mifid 2 aporta más transparencia y seguridad para los inversores. Self Bank ha trabajado para incorporar lo antes posible la nueva normativa europea y poder seguir ofreciendo una selección atractiva de productos a sus clientes.

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