El otoño acaba de empezar. Cambio de estación y cambio de rutinas y costumbres, ya que entra el frío, hay menos horas de luz y los planes de ocio se reducen paulatinamente o se van adecuando a lugares interiores.
Esta nueva época, que favorece el quedarse en casa después de un verano cargado de viajes y citas, también invita a repensar los modos de rentabilizar nuestros ahorros. Porque el otoño es un buen momento para volver a la senda ahorradora por todos los motivos que hemos señalado anteriormente, ya que el hecho de que no haya tanto que hacer permite poner en orden de nuevo las finanzas.
Y para conseguir unos ingresos extra, la inversión es la opción que muchos escogen. Si bien no solo hablamos de bolsa. Se puede invertir en bonos, en fondos de inversión o en divisas. Con la llegada del otoño podemos repasar qué herramientas de inversión tenemos a nuestro alcance para tomar la mejor decisión financiera.
Las principales alternativas para rentabilizar el ahorro
En primer lugar, y mirando a lo primero que se nos viene a la cabeza cuando hablamos de inversión, están los mercados de valores, o la bolsa como comúnmente se le conoce. En este caso, hay una serie de valores clásicos que suelen formar parte de la mayoría de carteras de inversión.
Se trata de los sectores bancario, telecomunicaciones y eléctrico, los más longevos y que a día de hoy suelen tener más peso en los índices bursátiles, como el Ibex 35 español, por ejemplo, ya que están compuestos por algunas de las empresas más grandes del país. No obstante, si se buscan alternativas diferentes con más potencial por el factor novedad, están los tecnológicos, bioquímicos y relacionados con business intelligence, ya que es por dónde se va a mover el futuro y las empresas de estos sectores están llamadas a crecer mucho de aquí a un tiempo.
Por otra parte, saliendo de la renta variable, también están la renta fija o bonos, tanto de estados como de empresas, los cuales garantizan ya de partida una determinada rentabilidad. Hay que fijarse siempre en la calidad crediticia de estos instrumentos, pues cuanto más baja, más rentabilidad obtendremos, aunque a cambio de más riesgo. Los más seguros siempre son los de los estados, mientras que en las empresas, según cuáles, podremos obtener más rendimiento cuanto mayor sea la probabilidad de impago.
Por otro lado, tenemos las divisas, que llevan bastante tiempo muy estables, a excepción de la lira turca, que ha tenido un verano bastante aciago. Los clásicos son el dólar y el euro. Quizá la libra presente mayor estabilidad ante la expectativa de ver qué ocurre finalmente con el Brexit, aunque no hay tantos movimientos como los que se dieron cuando se produjo la votación para salir de la Unión Europea.
Opciones que vuelven y otras nuevas
Saliendo de lo que son los mercados financieros, nos encontramos otro tipo de inversiones que, en España, regresan tras pasar una dura crisis. Hablamos, por ejemplo, de la vivienda, que después del estallido de la burbuja vivió sus peores momentos. Ahora, este mercado resurge e importantes operaciones se han puesto en marcha en los últimos tiempos.
Con la bajada de los precios tras la crisis, muchos están volviendo a invertir en bienes inmuebles ante la mejora de este mercado, que ha recuperado la estabilidad y se ha desecho de buena parte de sus activos tóxicos. Si bien la diferencia con la etapa anterior es que ahora el alquiler se impone a la compra en la mayoría de casos, pues es la opción que eligen la mayoría de jóvenes para independizarse y que genera esa rentabilidad a los dueños de varios inmuebles.
Otros también se plantean invertir en startups o negocios de nuevo cuño. Conviene recordar que esta es una opción más arriesgada, porque nada garantiza que ese negocio vaya a tener éxito. Por ello, si se elige esta alternativa, es importante tener bien claro el proyecto, sus proyecciones de futuro y sus números, porque se puede errar.
En esta línea, el crowdfunding también es una alternativa para invertir en empresas novedosas o simplemente en iniciativas o proyectos determinados. Hay que tener en cuenta que en este caso el retorno de la inversión es mucho menor y que a veces ni se produce porque se trata de donaciones.
Así, un abanico de opciones se abre ante nuestros ojos con la llegada del otoño para canalizar esos ahorros y poder disfrutar más adelante de unos ingresos extra.
Estos datos tienen finalidad informativa y no deben interpretarse en ningún caso como una recomendación de compra o venta, o de realización o cancelación de inversiones, ni puede servir como base de ningún tipo de decisión sobre inversiones actuales o futuras. Self Bank no se hace responsable de los perjuicios que pueda sufrir el inversor como consecuencia del uso de dicha información. El Cliente es responsable de las decisiones de inversión que adopte y del uso que haga de la información proporcionada a tal efecto. Self Bank proporciona esta información a través de un proveedor y no asume compromiso alguno de la actualización en el contenido de la información presentada. La evolución o resultados pasados de las inversiones no garantizan la evolución o resultados futuros.
Self Bank no acepta ningún tipo de responsabilidades por pérdidas, directas o indirectas, como consecuencia de este informe. Ninguna parte de este documento puede ser copiada o duplicada de cualquier forma o medio o redistribuida sin el previo consentimiento por escrito de Self Bank.