Una OPA (Oferta Pública de Adquisición) es una operación en la que una compañía realiza una oferta de compra por otra que cotiza en bolsa. La empresa que compra puede hacerlo mediante dinero, acciones o una mezcla de ambas. Normalmente el precio de la oferta lleva una prima sobre el precio de cotización de la empresa objetivo para tratar de hacerla más atractiva y que sus accionistas la acepten. El proceso de compra tiene una duración determinada durante la cual una tercera compañía puede realizar otra oferta superior por la compañía objetivo.
En ocasiones el regulador del mercado exige lanzar una OPA obligatoria cuando se tiene más del 29,99% de una empresa que cotiza en bolsa ya que entiende que superando esta participación se puede alcanzar el control de la entidad, perjudicando así los intereses de los accionistas minoritarios.
Dentro de este tipo de operación nos encontramos con una OPA amistosa cuando el Consejo de Administración de la empresa objetivo ha aceptado la proposición de compra. Por el contrario, también puede haber una OPA hostil cuando el Consejo de Administración está en contra de la misma.
Existe otro tipo de operación denominada OPA de exclusión, en la cual se lanza una oferta por la totalidad de sus acciones con el objetivo de sacarla del mercado bursátil y que deje de cotizar. Esto significaría que los accionistas que no acepten ese precio solo podrán vender sus acciones mediante acuerdos privados con terceros, pero no lo podrán hacer en ningún mercado organizado.