Amanecíamos este viernes con el anuncio de los nuevos estímulos por parte del Banco de Japón, si bien el mercado consideraba que estos serían más amplios.
En los últimos tiempos, más que nunca, estamos aplicando el refrán “Después de la tormenta llega la calma”. Y es que la indefinición de los mercados está haciendo que un día la bolsa nos deje caídas (ayer -2,10%), para repuntar al día siguiente. Hoy tocaban subidas y el Ibex 35 acaba la última sesión del mes en 8.587, 20 (+1,27% ), impulsado por la banca y algunos resultados positivos como los de Amadeus, Arcelormittal o Indra.
El saldo acumulado durante el mes asciende a +5% y lo convierte en el mejor mes desde octubre de 2015, si bien es cierto que venía de perder nada menos que un -9,6% en junio. Este rebote se ha producido con un escaso volumen de negociación
El mercado ha cotizado con mayor o menor suerte el aluvión de resultados corporativos presentados. Tanto BBVA como Caixabank han registrado una caída del beneficio (del -9,9% y del -33,6% respectivamente) pero han logrado cifras mayores de lo esperado, consiguiendo subir respectivamente +3,71% y +4,51% en la sesión.
El Banco Popular (+2,37%) ha reducido a la mitad su beneficio y ha anunciado un cambio de consejero delegado: Francisco Gómez será sustituido por Pedro Larena, un directivo con experiencia en Banesto y Deutsche Bank.
El precio del petróleo continúa débil, en torno a 43$/barril, por lo que su descenso en el mes de julio ronda el -16%. La subida del dólar, el aumento de inventarios en EE.UU. y la normalización en la producción de países como Libia, Nigeria o Canadá, son algunos de los factores que están lastrando de nuevo la cotización de la materia prima.
La rentabilidad del bono español sigue a lo suyo y continúa cayendo para alegría del Estado español. Vuelve a batir mínimos históricos al reducirse, acercándose el 1%.
El segundo foco de atención de la jornada ha sido la publicación de indicadores macroeconómicos. En España ha quedado una sensación agridulce. La economía española creció un 3,2% en el 2T, lo que supone tres décimas menos que en el trimestre anterior pero una más de lo previsto. Quizá por ello y por el buen dato arrojado ayer por la EPA, el gobierno ha elevado hasta el 2,9% su estimación de PIB para todo 2016.
En cuanto a la cifra de IPC, se pasa del -0,8% en junio al -0,6% en julio, si bien el mercado estaba esperando una variación de -0,5%.
De los datos publicados en la zona euro destaca el crecimiento del 1,6% en el PIB (una décima más de lo previsto) y sobre todo el dato de IPC, que ya se encuentra en el 0,2%. No ha habido sorpresas en la tasa de paro de la región, que se encuentra en el 10,1%.
En un día marcado por los datos de PIB, no podía faltar el de EE.UU. Se esperaba que la economía americana pisara el acelerador en el 2T, pero finalmente se ha situado apenas una décima por encima del dato del 1T, cuando el PIB avanzó un 1,1%. En cuestión de segundos, este mal dato ha provocado un descenso del dólar y de la rentabilidad de los bonos del Tesoro americano.
La confianza del consumidor, por su parte, baja desde 93,5 hasta los 90 puntos en julio, vs 90,4 estimados.