Todas las personas manejan dinero cada día, los billetes y las monedas pasan por sus manos, pero desconocen los códigos ocultos de la palabra “dinero”. Veámoslos…
He escrito este post para revelar el lugar donde se esconden los 6 códigos de la riqueza. Y los he descubierto en una palabra que todos pronunciamos a diario. La palabra, o contraseña para la riqueza, es: DINERO. Mejor dicho: D.I.N.E.R.O. No es una palabra, es un acrónimo. Si quieres profundizar en su significado y aumentar tu coeficiente de inteligencia financiera, te recomiendo poner mucha atención en la lectura de este post. Veamos uno por uno, los 6 códigos ocultos de la prosperidad.
D: Diversificar las fuentes de ingresos. Depender de una única fuente de ingresos personal será algo del pasado. Hoy las familias ya dependen de dos rentas: esposo y esposa, pero esto se acentuará y cada uno de ellos deberá tener varias fuentes de ingresos propias. Es una temeridad depender de una sola fuente de ingresos, máxime cuando los sueldos bajan. Hay más personas queriendo trabajar que trabajos.
I: Inteligencia Financiera (I.F.). Te permite hacer distinciones más sutiles, y cuanto más aumenta tu I.F. más eres capaz de percibir diferencias en conceptos económicos y financieros. Por ejemplo, puedes entender la diferencia entre un activo y un pasivo, distinguir entre “ingresos pasivos” e “ingresos activos”; y acabar sabiendo que es “deuda óptima” y “deuda pésima”. Cuanto más refines tu I.F. mejor te irá en lo económico porque verás diferencias que antes no veías. El coeficiente de inteligencia ya no es la clave del futuro económico, sino la “inteligencia financiera”.
N: Nueva Conciencia. Hemos pasado de la era industrial a la era de la información y la era del conocimiento. Cualquier mejora que el ser humano aspire deberá conseguirse desde la mejora de sí mismo, desde la ampliación de su nivel de conciencia. La economía de una persona no podrá mejorar si esa persona no mejora en sí misma, son cosas que van de la mano. Las personas deberán conectar con sus talentos, desarrollarlos y ofrecerlos al mundo para generar valor, solo así podremos tener un medio de vida en occidente.
E: Emprender. Entramos en la era de los emprendedores. Una nación de “agentes libres” o auto responsables de su propia economía y dueños de sus fuentes de ingresos. Los emprendedores. Las personas cuando entiendan que no encuentran un trabajo porque simplemente ya no hay tantos, deberán empezar a crear sus fuentes de ingresos y ello las conducirá a una transformación personal de unas proporciones que no habrían imaginado. Este cambio conducirá a la auto responsabilidad y a tomar el poder personal.
R: Reaprender. Muchas de las cosas que creemos saber simplemente ya no funcionan, o no están vigentes ahora. Deberemos cuestionar nuestros paradigmas referentes a cómo ganamos, ahorramos y gastamos el dinero y cambiar los hábitos financieros. Es tan importante aprender paradigmas financieros nuevos como desaprender paradigmas desfasados. La formación convencional -o reglada- ya no es capaz de seguir la velocidad de los cambios del mundo y no puede garantizar utilidad al profesional, por tanto, será clave la autoformación de por vida. La reinvención como norma.
O: Oportunidades. Las oportunidades no vienen, sino que uno las crea. Ahora hay más oportunidades que nunca antes en la historia de la humanidad. Quien vea la oportunidad para un cambio de mentalidad financiera, además de hábitos, entrará en una dimensión económica donde la actual tecnología será un aliado y no un enemigo.
La próxima vez que tengas un billete en tu mano, recuerda los códigos que acabas de leer. No es DINERO, sino D.I.N.E.R.O. Y entenderás que los cambios del mundo exigen un cambio de nuestra mentalidad como ahorrador, inversor, profesional y consumidor. Todo eso ha cambiado, y mucho. Y la noticia es que no dejará de hacerlo en los próximos años.