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Los métodos de ahorro más curiosos a la hora de comprar regalos

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¿Podemos ahorrar dinero a la hora de comprar regalos? ¡Claro! Es posible siguiendo diversos métodos de ahorro que nos permitirán maximizar la ilusión del obsequiado y minimizar el coste del regalo.

Gastarnos un pastón en regalos de Navidad no garantiza que vayan a gustar más. En cambio, existen formas para triunfar al regalar y ahorrar al mismo tiempo; curiosos métodos con los que conseguir el regalo perfecto. No se trata de renunciar a calidad, ni de ser tacaños, todo lo contrario; se trata de regalar el mejor regalo: para el que regala y para el regalado.

Ahorrar en regalos no es solo DIY

El DIY es lo primero que se viene a la mente cuando hablamos de ahorrar con regalos. Estamos de acuerdo con que el hecho de ser un regalo único, hecho a mano, aporta valor añadido y con que se puede llegar a ahorrar con el do it yourself. Pero ojo, los instrumentos y materiales requeridos para hacerlo uno mismo tienen un coste, como también lo tiene el tiempo invertido en su fabricación. Y otro detalle no menos importante: no todos tenemos la habilidad necesaria para las manualidades.

Sin embargo, del DIY se extrae algo que nunca falla al regalar: ser creativos. Así lo demuestran los siguientes métodos curiosos para ahorrar en regalos.

La lista espléndida

Ser organizados es clave para ahorrar regalando. Es tan sencillo como poner las ideas en orden en un listado antes de salir de compras (o antes de buscar online). Es fundamental tener claro a quién hay que regalar, cuándo y, acto seguido, asignar regalos a personas. Un nivel pro de ahorro sería tener una lista en el smartphone con los amigos y familiares a quien debemos regalar a lo largo del año y anotar ideas conforme se nos vayan ocurriendo.

Presupuesto para regalos

Cuando finalmente compramos el regalo, podemos añadir su precio a la lista para, más tarde, calcular cuánto hemos gastado, por ejemplo, en el período navideño. Teniendo en cuenta el saldo disponible en el banco, los gastos e ingresos venideros (como la temida cuesta de enero) y conociendo el coste total en regalos, el año próximo será más sencillo elaborar un presupuesto bien ajustado.

Regalador previsor

Con la lista de regalos siempre a mano, es buena idea, con miras al ahorro, comprar obsequios poco a poco durante todo el año. De ese modo, la decisión de compra proviene de encontrar un artículo que guste a nuestro ser querido cuando esté a buen precio, y no de la presión de ver próximo el cumpleaños o el día de Reyes. ¡Solo queda custodiarlo hasta entonces!

El regalo adelantado

Los más pequeños, influenciados por las campañas navideñas y por sus amigos del colegio, escriben su carta a los Reyes con pocos días de margen, por lo que, especialmente los juguetes, son regalos en los que adelantarse es más complicado. En cambio, otros no pasan de moda, como bicicletas o patines, ahí sí es más fácil comprarlos aprovechando el Black Friday u otras ofertas. Sucede algo parecido con los ordenadores, televisores y otros aparatos eléctricos: si nos salimos del período navideño, ahorraremos euros.

El regalo viajero

Seguimos con la idea de comprar en el momento correcto y no en el período marcado por el calendario. Teniendo presente que más tarde o más temprano tocará regalar, por qué no aprovechar cuando estamos de viaje para comprar. No tiene que ser espectacular -ni caro-, ya es suficientemente atractivo por estar hecho en otro lugar: «éste ha viajado conmigo 3.000 kilómetros«, y porque significa que nos hemos acordado de nuestro ser querido cuando estábamos lejos de casa.

El aguinaldo monetario

En regalos de cierto importe económico también tiene cabida el ahorro. ¿Y si al final sale más barato regalar dinero que invertir tiempo y la misma cantidad de euros en un regalo poco vistoso? Un sobre con dinero es un regalo feo, todo hay que decirlo, pero gana en comodidad y utilidad a cualquier otro. Para que no quede tan frío, una bonita tarjeta manuscrita a modo de sobre, dará un toque más afectuoso al tan preciado billete.

La sinergia del regalo

Un buen regalo no siempre tiene que ser caro. Y una forma eficiente de impresionar, sin descuidar el presupuesto, es juntando pequeños detalles. Por separado sería un regalo insuficiente, escaso, sin embargo, la unión hace la fuerza. Un set de cosas pequeñas bien puestas, bien envueltas suman más en el valor del regalo, que en euros.

El regalo guasón

Puede que no con toda la familia, pero todos tenemos algún pariente o amigo a quien gastar una broma en el momento de la apertura del regalo. Aquí sale a relucir la creatividad de cada uno, por ejemplo: guardarlo en una caja que no tenga nada que ver con el contenido; cuatro o cinco paquetes, todos vacíos excepto uno de ellos; guardar una caja dentro de varias cajas, estilo muñeca rusa.

Reregalar o re-gifting

Este término se refiere a regalar un regalo, una idea que está fuera de lugar en el momento de desenvolverlo pero que, en términos económicos y de ahorro, no es tan descabellada: por qué no guardar un objeto que no necesitamos -o que no nos gusta- para regalarlo a alguien que sí lo va a usar. Es cierto que el ticket regalo lleva varias décadas asegurando el acierto en el regalo; más recientemente, las tiendas online han ido un paso más adelante ofreciéndose como intermediarias para revender esos regalos, a cambio de su correspondiente comisión.

 

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