Los índices de Rendimiento Total o Total Return son la versión mejorada de los índices tradicionales que nos suenan a todos, como el IBEX-35 o el Eurostoxx-50. El motivo que los hace especiales es que contemplan la reinversión de los dividendos que reparten periódicamente las empresas que forman parte del índice.
Reinvirtiendo dividendos
Puesto que cuando una empresa reparte dividendo su cotización baja y arrastra al índice, se podría decir que los índices Total Return son mucho más fieles a la hora de representar el comportamiento de la bolsa.
Aquí en España tenemos un índice de precios muy conocido como es el IBEX-35 y una versión Total Return del mismo que se denomina IBEX con dividendos y del cual podemos conocer el nivel al que cotiza en cualquier momento de la sesión, que dura desde las 9:00h hasta las 17:30h. Su cotización la publica Bolsa de Madrid, junto a la del resto de índices de la familia IBEX:
Este índice mejorado va a ser siempre más alto que su versión sin dividendos. En la fecha de redacción de este post, mientras uno lleva una revalorización desde el 1 de enero (ytd: year to date) del 10,41%, la versión Ibex con dividendos lleva un 11,43%. Esta diferencia del 1,02% se debe a que este último ha ido reinvirtiendo los dividendos de las empresas del Ibex que ya han remunerado a sus accionistas este año.
Al finalizar este año, la diferencia de rentabilidad entre uno y otro debería rondar el 3,7%, que es la rentabilidad por dividendo estimada por Bloomberg para el IBEX-35.
Comparando al IBEX-35 con su primo de Zumosol, también conocido como “Total Return”
El gráfico mostrado a continuación refleja de la evolución de ambos índices desde su creación (IBEX 35 en 1987 e IBEX con dividendos en 1992), con una rentabilidad anualizada a día de hoy del 5,2% y del 9,4% respectivamente:
De hecho, mientras el IBEX-35 se encuentra todavía lejos de los máximos alcanzados en noviembre de 2007 (15.945 puntos), su versión Total Return está cerca de alcanzar máximos históricos.
Esta diferencia tan grande (uno cotiza en la zona de los 10.000 puntos y el otro en la de los 27.000) nos sirve para recalcar el potencial que tiene el interés compuesto, un concepto que ya explicamos detalladamente en esta cadena de post.
El ejemplo de Telefónica
Veamos ahora en un sencillo ejemplo qué sucede en ambos índices los días que se descuenta el reparto de dividendo de alguna de las 35 empresas del Ibex:
El 16 de mayo de 2016 Telefónica descontó un dividendo de 0,40 euros. Esta empresa es de las que mayor peso tiene dentro del selectivo, y los 0,40 euros una cantidad relevante en relación a la cotización del valor en ese momento (alrededor de los 10 euros), por lo que provocó una diferencia importante entre uno y otro índice ese día en concreto.
Ese día las acciones de Telefónica cayeron un -4,37% debido al efecto del dividendo. Esta caída provocó que el Ibex perdiese en esa sesión un -0,45% solo por esta circunstancia, ya que por aquel entonces Telefónica ponderaba un 10,4% dentro del selectivo.
Estos son los cálculos: -4,37% x 10,4% = -0,45%.
Sin embargo, el Ibex con dividendos, lejos de caer un -0,45%, se mantuvo prácticamente plano (-0,02%) ya que cogió esos 0,40 euros que había repartido Telefónica y los “reinvirtió” en el propio índice.
La excepción que confirma la regla: el índice DAX alemán
El DAX-30 es el índice de referencia de la bolsa alemana. Poca gente sabe que es el único entre los principales índices bursátiles del mundo que es por sí mismo un índice de Rendimiento Total o Total Return. Por lo tanto, en condiciones normales, el DAX siempre debería superar a otros como el IBEX-35, el CAC-40 o el Eurostoxx-50, que no son versiones Total Return si no simplemente índices de precios.