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Los hitos económicos de 2022

hitos económicos 2022

Termina el 2022, un año que se preveía de consolidación de la recuperación, tras las dificultades originadas por la pandemia del COVID-19, pero en el que la guerra de Ucrania y  otros factores han alejado las expectativas de una recuperación económica sólida, afectando a prácticamente todos los países, en mayor o menor medida. En el siguiente artículo realizamos un repaso a los hitos económicos 2022.

Fin de las restricciones ocasionadas por la pandemia

La vacunación de una parte importante de la población en muchos países, unida a la evolución del virus hacia variantes más contagiosas pero menos graves en sus efectos, han provocado que en muchos lugares del mundo se haya vuelto a cierta normalidad, recuperando la actividad social y por tanto la económica.

La mayor excepción a esta «nueva normalidad» posiblemente se ha podido observar hasta diciembre  en China, un país con unos índices de vacunación relativamente bajos en la población mayor, realizada además con unos compuestos que han demostrado una efectividad inferior a los utilizados en las economías avanzadas.

Por ello, el gobierno chino ha mantenido su política de «COVID cero», realizando confinamientos masivos de bloques de edificios, fábricas, manzanas o incluso ciudades enteras, ocasionando un frenazo significativo en su economía, que le llevaría a ser, por primera vez en 30 años, la economía que menos crece de la región Asia-Pacífico. No obstante, el fuerte deterioro de la actividad, el coste económico y el descontento social han llevado a las autoridades china a relajar significativamente las medidas de control sanitario.

Shock de oferta

La sobredemanda que se ha generado de muchos productos tras el fin de las restricciones por la pandemia se une a la escasez de ciertos componentes, como los microchips, fundamentales para la fabricación de muchos productos, y el «colapso» de China como fábrica del mundo, motivado por las dificultades originadas allí por el COVID, el atasco logístico en los puertos e incluso el deseo de cambio de modelo económico por parte del gobierno de la potencia asiática, buscando un mayor valor añadido.

A esta situación se ha unido la guerra de Ucrania, que además de la devastación generada en este país del Este de Europa, ha tenido efectos muy diversos para la economía, tal y como veremos en detalle más adelante.

Subida de los tipos de interés

La inflación ha llegado con mucha fuerza a la mayoría de los países. Ya a mediados de 2021 hablábamos del rápido crecimiento del Índice de Precios de la Producción (IPP) chino, como un anticipo de la inflación que podía venir, pero no sólo había tensiones entre la oferta y la demanda que podían hacer subir los precios, sino que hemos vivido muchos años de «relajación monetaria», en la que los bancos centrales han inundado de dinero los mercados, y finalmente se ha generado una espiral inflacionaria en prácticamente todo el mundo.

Aunque la normalización monetaria era ya algo esperado, esta situación ha provocado que las instituciones gestoras del dinero hayan actuado de forma contundente. Así, por ejemplo, en Estados Unidos se ha pasado en apenas nueve meses del 0% que había en marzo, al 4,25-4,5% en diciembre de 2022; la Eurozona, aun con subidas más moderadas, ha escalado hasta el 2,5%, con una subida en diciembre de 50 puntos básicos.

¿Qué implicaciones geopolíticas y económicas está provocando la guerra de Ucrania en el mundo?

Aunque la zona vivía una situación compleja desde hace tiempo, la guerra de Ucrania ha sido posiblemente el gran cisne negro de 2022, con una serie de efectos en cascada que se retroalimentan entre sí; algunos de estos factores que comentaremos a continuación tienen otros impulsores, pero el conflicto bélico ha ocasionado que se produzcan en una mayor medida.

Crisis energética

La crisis energética comenzó a vislumbrarse a mediados de 2021. No es casualidad que entre las principales políticas transversales de la Unión Europea esté el Pacto Verde para impulsar la transición ecológica hacia una economía y una sociedad más sostenibles.

Los precios de la electricidad comenzaron su escalada ya hace meses y así, por ejemplo, ya en octubre de 2021 la ministra de Defensa austríaca advertía sobre la posibilidad de un gran apagón en Europa.

La guerra de Ucrania provocó un encarecimiento del precio del petróleo (que llegó a superar los 120 dólares por barril desde los 80 en los que se movía) y del gas (que pasó de 80 euros el mWh a superar los 250). Sumado a la escasez de producción hidroeléctrica por la falta de lluvias y al parón de muchas centrales nucleares en Francia, el coste energético se disparó en toda Europa.

El corte del suministro de gas por parte de Rusia y las disputas en torno al petróleo que viene de aquel país (al cual la Unión Europea ha puesto un tope de 60 dólares) ponen más presión sobre el sector energético en general. Ante las posibles dificultades de abastecimiento, Europa ha llenado sus reservas de gas hasta casi un 95%, para poder pasar el invierno. En este sentido hay que considerar además que el gas no sólo se utiliza como combustible para calentar las viviendas, sino también para la industria y como energía de respaldo para la generación de electricidad.

Inflación

La gran cantidad de dinero emitida por los bancos centrales en años anteriores y la crisis de desabastecimiento de materias primas y energética trajeron consigo un notable incremento de la inflación, que el conflicto en Ucrania ha exacerbado. Hay que tener en cuenta que tanto Ucrania como Rusia son grandes proveedores de alimentos y otras materias primas necesarias para generarlos (como los piensos o los fertilizantes). Esto ha provocado ya una gran subida de precios en muchos productos de consumo básico, como el aceite, el pan o la leche.

Además, el incremento del precio de la energía tiene un efecto en cascada sobre los costes empresariales y sobre los precios, ya que se hace más caro transportarlos y almacenarlos, contribuyendo a mantener la inflación en niveles elevados.

Crisis alimentaria

Ucrania ha sido denominada en ocasiones como «el granero del mundo» y no por casualidad. Con una superficie superior a la de España, cuenta con grandes extensiones de suelo negro: tierras fértiles ricas en humus, una materia orgánica que las hace muy propicias para el cultivo, motivo por el cual es uno de los principales productores y exportadores mundiales de girasol, maíz o cebada, por ejemplo.

La guerra en el país ha arrasado muchos campos de cultivo. A ello se ha unido el bloqueo en las exportaciones ucranianas que se ha mantenido durante meses. El 22 de julio de 2022, con la mediación de Turquía, se llegó a un acuerdo para desbloquear las exportaciones ucranianas y evitar hambrunas en muchos países que dependen de sus cereales (especialmente en África), aunque dicho pacto sigue sometido a los vaivenes propios del conflicto armado.

Acontecimientos de la economía en 2022

Tras doce meses de alegrías y sobresaltos cerramos un ejercicio que recordaremos como el inicio de una nueva época. Estaba llamada a ser de recuperación y crecimiento tras la pandemia, pero el shock de oferta, la guerra en Ucrania, la inflación, la subida de tipos y la crisis energética y alimentaria nos han guiado por un año de incertidumbre. Tras este repaso, con esperanza y más fuerza que nunca, afrontamos con usted un nuevo año lleno de oportunidades y le deseamos un ¡Feliz 2023!

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