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Megatendencias: Lonely Economy, la economía de una sociedad individualizada

Lonely Economy

El auge de la tecnología y las redes sociales esconde bajo el barniz de un gran número de contactos o de amistades virtuales la soledad de mucha gente. Vivimos en un mundo hiperindividualizado, en el que muchas personas están solas, siendo hoy en día, además, una decisión consciente por parte de muchos de ellos.

Cada año, el 11 del 11 (o día del soltero) bate récords de ventas en China, en un evento que mueve miles de millones de euros para «hacerse un regalo a uno mismo», y que ya se ha convertido en el mayor evento online del año, superando incluso al Black Friday. En el país asiático hay más de 200 millones de solteros; las personas que viven solas superan los 77 millones (cifra un 60% superior a la población española).

Qué es la lonely economy

La lonely economy (economía solitaria) o loneliness economy (economía de la soledad) es una megatendencia a nivel mundial, con implicaciones en multitud de aspectos. A continuación, detallamos cuáles son sus características y qué sectores se ven afectados.

La lonely economy es aquella que está centrada en las personas que hacen cosas en solitario. Lo que antes podía incluso tener connotaciones negativas, ahora es visto por muchos como algo positivo; cada vez, es más frecuente ver personas que viven solas, que viajan solas o que comen solas.

Las claves de la lonely economy como megatendencia

Estar solo no tiene por qué significar sentirse mal solo. Las empresas y muchas actividades ya se están adaptando a estas personas que disfrutan de esta soledad. Según una macroencuesta de la BBC, más del 80% de los «solitarios» afirmaron que les gustaba pasar tiempo solos. Los solitarios, en general, tienen menos ataduras, lo que significa que:

Sectores afectados por la megatendencia lonely economy

La «economía solitaria» es una tendencia transversal, con efectos no solo sociales, sino también económicos, en multitud de ámbitos.

Alimentación

En España hay cerca de 5 millones de personas que viven solas, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), y uno de los ámbitos más afectados por esta megatendencia es el de la alimentación.

Por ilustrarlo con un ejemplo sencillo, muchos formatos de alimentos están pensados para familias (el clásico «envase familiar») o incluso para parejas, pero se hacen demasiado grandes para un consumidor individual. Por ello, cada vez es más frecuente ver empaquetados «mini», con dosis individuales o que se anuncian «para singles».

Viajes

El segmento de los viajes para «singles» ha crecido de forma considerable en los últimos años. Este tipo de ocio está diseñado para personas que no viajan en pareja, aunque no tienen por qué ser viajeros individuales; puede ir, por ejemplo, un grupo de amigos, conocidos de otros viajes…

La idea es viajar en grupo con otras personas y compartir diversas experiencias con desconocidos; la inmensa mayoría de los que optan por este tipo de viajes lo hacen en solitario, mientras que uno de cada cinco lo hacen con un amigo, y un pequeño porcentaje lo hacen en grupos más amplios.

Dentro de este nicho de mercado hay diversos subsegmentos, que pueden dividirse por edad (singles de 30 años, de 40, de 50, de 60…), por zonas geográficas, por tipo de viaje (cruceros, expediciones…).

Restaurantes

Aunque en España la costumbre es comer en compañía de alguien, esta megatendencia, que tiene mucha fuerza en el sureste asiático (China, Japón, Shanghái…) y en algunas zonas de Europa (como los Países Bajos o Suecia) también empieza a extenderse por nuestro país.

En grandes ciudades como Madrid y Barcelona comienza a haber restaurantes para singles, que proporcionan a éstos un lugar especial (con mejores vistas, por ejemplo).

También proliferan por todo el país los locales que ofrecen una distribución del local en la que no importa si vienes solo o acompañado (con una barra y sin mesas, o con mesas corridas).

Compras online

El macrosegmento del comercio online y el reparto a domicilio, como su complemento natural, también se ven afectados por esta tendencia. Más gente que vive sola, significa que hay más hogares integrados solo por personas jóvenes, que realizan sus compras a través de internet, incrementando este tipo de comercio.

Redes sociales y streaming

Vivir solo no quiere decir aburrirse ni buscar la soledad. Por ello, muchas personas que viven sin compañía hacen un uso abundante de las diversas posibilidades que les ofrece Internet, utilizando ampliamente plataformas de streaming —la pandemia del covid-19 lo ha potenciado—, las redes sociales y los sistemas de videoconferencia, para interactuar a distancia. Así, por ejemplo, hoy en día, muchas personas ven solas una serie, mientras que podría parecer más extraño ir al cine sin compañía.

Teletrabajo

El covid-19 también provocó un gran auge del teletrabajo. Aunque no haya venido para quedarse tras la pandemia, ha servido para que las empresas comprueben que gran parte de las tareas no requieren la presencia de sus empleados. Al mismo tiempo, muchos trabajadores han apreciado las ventajas que proporciona trabajar en casa.

Como contrapartida, más lonely economy. Porque el teletrabajo supone una menor interacción personal con los compañeros y con el ámbito laboral en general (clientes, proveedores, etcétera), un aspecto que acentúa más esta «individualización» de la sociedad.

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