Una provisión es una figura contable cuyo objetivo es el de asegurarse de que la empresa va a tener los fondos necesarios para satisfacer una obligación futura de la que se tiene conocimiento a día de hoy. Por el principio de prudencia, una empresa puede dotar también otro tipo de provisiones para eventos aún no ciertos; si, por ejemplo, cree que en el futuro va a tener que pagar una sanción o porque prevé incurrir en gastos por despidos de personal.
Además de esta, las provisiones tienen la función de ir ajustando el valor de los activos que se tienen en balance, que pueden ir desde la participación en otra empresa a una propiedad inmobiliaria, pasando por un derecho de cobro de una deuda de algún cliente. De esta manera, si prevé que alguno de ellos no va pagarle una deuda, puede empezar a reflejarlo contablemente.
Las provisiones reducen el beneficio de una empresa
A mayor provisión, menor beneficio. Una provisión es una especie de gasto en el que prevé incurrir la empresa, por lo que reduce directamente la Cuenta de Pérdidas y Ganancias. Si finalmente ese gasto no se produce se puede eliminar esta provisión, lo que en este caso aumentaría el beneficio.
Casos reales
A raíz de la caída del precio del crudo muchas petroleras se han visto obligadas a dotar fuertes provisiones para reflejar el valor real de muchos de los activos que tenían en balance. Dentro de este mismo sector, cabe citar las multimillonarias provisiones que dotó en su momento BP (British Petroleum) por el vertido en el Golfo de México.
Otro ejemplo muy sonado dentro del mundo empresarial ha sido el de las provisiones que ha estado dotando Volkswagen para plasmar los gastos en los que podría incurrir tras el escándalo del Dieselgate, como sanciones administrativas y gastos relacionados con la reparación de los vehículos.
Las provisiones de los bancos
Si hay un sector en el que las provisiones cobran una importancia mayor es el de la banca. Por las características particulares de su negocio los bancos están obligados por ley a dotar una provisión cada vez que conceden un préstamo para reflejar contablemente el riesgo de crédito y así poder contar con un colchón en caso de que en el futuro no le devuelvan el dinero.
Finalmente integrado en el Banco Santander, los últimos meses de Banco Popular se caracterizaron por las provisiones extraordinarias que tuvo que dotar y que precipitaron su resolución. En el ejercicio 2016 la entidad sufrió unas pérdidas de casi 3.500 Mn€ provocadas principalmente por la dotación de hasta 5.692 Mn€ en provisiones.
La vigilancia de la Agencia Tributaria
Aunque la decisión de dotar o no determinadas provisiones debería ser trabajo de la firma auditora, Hacienda examina a las empresas para evitar irregularidades.
Por ejemplo, a una empresa le podría convenir en un momento dado dotar más provisiones de las necesarias para pagar menos impuestos. ¿Recordáis que habíamos dicho que las provisiones reducen el beneficio? Pues si el beneficio es menor, también lo será la cantidad a pagar en el Impuesto de Sociedades.
Por el contrario, a los directivos de una empresa les podría interesar dotar menos provisiones para tener más beneficio y así demostrar a sus accionistas que la están gestionando bien.
Las provisiones más habituales
Repasemos una lista de las provisiones que se repiten con mayor frecuencia cada vez que una empresa presenta resultados:
Decisiones judiciales: por ejemplo cuando el Tribunal de Justicia Europeo determinó que varias entidades bancarias deberían devolver el dinero cobrado de más por las cláusulas suelo.
Reestructuraciones de plantilla: las prejubilaciones, EREs y despidos conllevan el pago de indemnizaciones que se suelen conocer con anterioridad y por lo tanto deben provisionarse por anticipado.
Periodo de garantía: los fabricantes deben dotar provisiones que reflejen los gastos que tendría que afrontar mientras dure la garantía de los productos que vende.
Por ajustes en la valoración de activos: ya sea de un inmueble o de una cartera de préstamos de dudoso cobro.
Ventas a plazo: consiste en aplicar una provisión de un porcentaje del valor de la venta, por si finalmente no se llega a cobrar.
Provisiones por impuestos.
Por litigios: si se tiene conocimiento de que la empresa está siendo investigada y que podría tener que pagar alguna multa en el futuro.