Como nadie mejor que tú conoce tus finanzas, no hay nadie mejor que tú para tomar las decisiones económicas más acertadas. Sin embargo, para lograr el éxito en tu economía personal y familiar, resulta fundamental estar bien informado y conformar una sólida base de conocimientos financieros. Durante la semana pasada, y a través de un toque de humor, hemos querido informarte sobre conceptos financieros para que te conviertas en tú tomes tus propias decisiones.
Las finanzas te acompañan cada día.
Aunque el Día de la Educación Financiera se celebre un lunes de octubre, cada día deberías preocuparte por conocer un poquito mejor la realidad financiera que te rodea. No, los conocimientos financieros no son solo para los economistas y expertos en la materia, también lo son para ti, ahorrador, porque continuamente te estás enfrentando a decisiones que afectan a tu economía personal y a la de tu familia. Y tómatelo con calma, porque tienes a tu alcance toda la información necesaria para ampliar tus conocimientos financieros y para que tus decisiones terminen siendo las más acertadas, para ti y para tu entorno.
Pondremos algunos ejemplos: comprender el desglose de una factura, valorar qué proveedor de suministros te conviene, entender la realidad económica actual, llevar las cuentas de casa al día, desarrollar un presupuesto mensual o para las vacaciones, cómo superar la vuelta al cole sin problemas, qué aspectos considerar al pedir un préstamo, que tener en cuenta al invertir, qué banco cuadra mejor contigo, qué plan de pensiones quieres abrir, cómo afecta tu salario a tu IRPF, cómo se desglosa tu nómina, qué retención salarial se ajusta a tus ingresos, qué vivienda se adapta mejor a tu familia con tu presupuesto, etc.
Que ningún término económico te deje KO.
Como ves, a lo largo del día estás interaccionando con conceptos de economía, de forma más o menos directa. No se trata de ponerte a estudiarlos de memoria, como en los tiempos del instituto, formarse en finanzas es mucho más divertido como has podido comprobar durante toda la semana pasada en nuestras Redes Sociales.
No pongas trabas a tu educación financiera, todo lo contrario: sigue tu curiosidad, fomenta tu interés por ir un poquito más allá de un hecho económico, busca, lee y aprende. Si hay un término que te suena a chino, búscalo y pronto vas a aprender mejor que nunca su significado.
Tampoco tienes que forzar tu cerebro peleándote con artículos complejos, ni densas publicaciones económicas, pero sí puedes afinar el oído cuando en la radio o en la televisión se discutan temas de economía. Unos minutos de economía por aquí, otros cuantos por allá, esta mañana en la radio, desde el móvil en la sobremesa, luego en alguna tertulia de televisión… Poco a poco vas absorbiendo conceptos en las áreas que más te interesan.Igualmente, si cuando llegue la hora de la verdad, algún término todavía se te escapa, que no te deje KO, echas mano de Internet y, tras un momento de lectura, sabrás solventar cualquier duda.
Piénsalo como pequeños retos, desglosa tu duda financiera en otras más pequeñas. Por ejemplo, si quieres cambiar la compañía que te suministra electricidad porque crees que pagas mucho:
- ¿Cuánto es mucho? ¿Cuánto consumo sería razonable?
- ¿Qué conceptos estoy pagando en la factura de la luz?
- ¿Tengo la tarifa que mejor se adapta a mi consumo horario?
- ¿Cuánto me cobraría otro proveedor?
- ¿Debo además cambiar mis hábitos energéticos en casa?
Otro ejemplo, te estás planteando empezar un plan de pensiones. Pero decenas de dudas bloquean tu elección. Siendo tan determinante para tu futuro, ¿a qué esperas? Empieza ahora a resolver dudas, una a una:
- ¿Panorama de pensiones públicas poco esperanzador?
- ¿Cuál es tu capacidad de ahorro y cuánto es lo máximo que podrías aportar?
- Repercusiones fiscales en tu próxima declaración del IRPF.
- ¿Cuál es tu perfil de riesgo y qué combinación de renta fija y variable te hace sentir cómodo?
O si ves próxima la compra de una vivienda, nadie te va a pedir que te estudies la Ley Hipotecaria pero, por qué no empezar hoy mismo a asimilar conceptos como euríbor, tipos de interés, cuotas, amortizaciones, bonificaciones fiscales… Y a poner más atención a los artículos sobre hipotecas de prensa online y blogs de economía. Cuando llegue el momento de hipotecarte estarás mejor informado para elegir la financiación que más te convenga.
Tú tomas tus propias decisiones económicas
Nadie va a decidir mejor que tú lo que es mejor para tus finanzas. Te pueden aconsejar, pero nadie como tú conoce las entradas y salidas de tu cuenta bancaria, tus préstamos, tus inversiones, tu forma de ahorrar, tu perfil de riesgo, tu realidad personal y familiar. Como si fuera un examen en finanzas que apruebas o suspendes con tus decisiones diarias de economía. Tu elección sobre un conjunto de alternativas de inversión o de ahorro, o de planificación de tu economía no se basa en el azar, ni en la que ha ido bien a tu amigo, ni necesariamente en lo que te recomienda tu gestor del banco. La mejor decisión financiera la tomas tú en base a tu buena educación financiera. O dicho en otras palabras, tus conocimientos en finanzas son de sobresaliente cuando eres capaz de elegir consecuentemente en todo lo que afecta a tu economía. Por el contrario, un muy deficiente te llevará inequívocamente a ser un money loser.
No tengas miedo a equivocarte, porque los errores forman parte del aprendizaje. Por ejemplo, como inversión puedes empezar con un depósito, o meter una pequeña parte en un fondo de inversión y para ver cómo funciona, a modo de tapa financiera.
Lograr la rentabilidad esperada en tu fondo de inversión, pagar sin problemas la hipoteca, jubilarse con una buena pensión, lograr el ahorro deseado, o afrontar sin problemas los gastos domésticos cada mes, son objetivos a alcanzar. Sin embargo, el camino a recorrer hasta ellos no siempre es fácil. Acertadamente lo reflejó así el logo del Día de la Educación Financiera en forma de árbol, con ramas más o menos intrincadas, pero que siempre acaban dando su fruto.
El ahorro como base de tu educación financiera.
El ahorro resulta fundamental para lograr el equilibrio financiero en casa, es decir, que cada mes los ingresos sean suficientes para cubrir los gastos. Pero cuidado, porque no se puede buscar ese equilibrio de forma aislada en un mes, sino a largo plazo, pues probablemente en el futuro necesites afrontar mayores gastos, algunos predecibles y otros totalmente extraordinarios.
Piensa en cualquier contratiempo, como enfermedades o accidentes, en las próximas vacaciones, en los estudios de tu hijo, en un coche nuevo, en reformas en el hogar, en electrodomésticos que se averían, etc. Para todos estos gastos que se salen de lo habitual, tienes dos opciones:
- o pedir prestado, algo que debería dejarse solo para situaciones excepcionales o especiales, y desembolsos inesperados.
- o tirar de los ahorros, el ahorro tendría que ser la solución.
El ahorro es el mejor aliado para mantener el equilibrio financiero en casa. Para ahorrar se necesita establecer un objetivo (cuánto ahorrar, cuánto tiempo), planificar gastos, cumplir un presupuesto (de gastos, semanal, mensual, para vacaciones) y tomar decisiones financieras constantes. Sin duda, aprender a ahorrar es un pilar básico de tu cultura financiera. Si además compartes tus ideas con tus hijos, los haces partícipes del presupuesto familiar y de cuánto cuesta cada cosa, estarás fomentando una educación financiera fundamental para su futuro.