Las diferencias que un inversor debe conocer entre mercados regulados y mercados OTC

Los mercados financieros son organizaciones complejas con estructuras que determinan en gran medida su funcionamiento. En el mundo moderno donde tenemos acceso a tantas clases de activos y productos financieros, muchas veces los inversores damos por hecho que cualquier activo financiero se puede comprar y vender en cualquier momento. Pero esto no siempre es así. En momentos de pánico como en la crisis financiera mundial de 2008, los inversores nos podemos llevar la desagradable sorpresa de que aquello que dábamos por supuesto no se cumple. Para no llevarnos estos sustos desagradables es importante comprender cómo funcionan y cómo están estructurados los mercados financieros.

Hay dos maneras de organizar los mercados financieros: mediante mercados regulados y mediante mercados OTC (Over the Counter).

¿Qué son los mercados regulados?

Los mercados regulados, ya sean de acciones o de activos derivados, se originaron como lugares físicos donde los inversores acudían a comprar y vender sus activos financieros. Son lo que popularmente hemos llamado siempre “La Bolsa”. Algunos de los mercados más conocidos del mundo son el New York Stock Exchange (NYSE), fundado en 1792, o el Chicago Board of Trade, en el que se empezaron a negociar contratos de futuros (derivados) en 1851. En la actualidad hay más de un centenar de mercados regulados por todo el mundo.

¿Cómo funcionan los mercados regulados?

Los mercados regulados determinan las reglas del juego de cómo se producen las operaciones de compraventa de activos financieros, y también controlan la información que se genera al respecto. Están vinculados estrechamente a las cámaras de compensación donde se finalizan los trámites de compraventa de activos. El mercado regulado centraliza la comunicación de pujas de compra o venta de activos financieros. Los participantes del mercado pueden comprar o vender a los precios citados, o pueden proponer su propio precio. De esta forma se encaja la oferta con la demanda.

Dependiendo del mercado, la comunicación puede ser oral, mediante señas, mensajes electrónicos o incluso órdenes automáticas generadas por ordenadores. Cuando dos partes se ponen de acuerdo en un precio, se ejecuta la operación y se transmite la información de la operación por todo el mercado. Gracias a la revolución tecnológica cada vez la actividad es más digital y se realiza de manera no presencial. El London Stock Exchange, NASDAQ y Eurex son mercados completamente electrónicos. Muchos otros siguen compaginando la actividad presencial con la electrónica, aunque cada vez gana más terreno la negociación electrónica.

¿Qué son los mercados OTC?

Los mercados OTC (Over The Counter) nunca han sido lugares concretos como los mercados regulados. Son mercados que se crean alrededor de la figura de un creador de mercado. Este creador de mercado es el encargado de citar precios de compra y venta, tanto a otros dealers como a los inversores interesados. Esto no quiere decir que citan los mismos precios a todos los participantes en el mercado. En mercados OTC los creadores de mercado tienen la discreción de poder citar los precios que consideren adecuados. Los dealers en un mercado OTC pueden retirarse y dejar de hacer de creadores de mercado cuando consideren, creando una ausencia de liquidez.

¿Cómo funcionan los mercados OTC?

Como hemos visto, los mercados OTC vienen determinados por los creadores de mercado. Se suelen diferenciar dos clases de mercados OTC: aquellos en los que participan los inversores finales (instituciones e individuos) y los interdealer markets, donde son los propios creadores de mercados y agencias las que intercambian los activos financieros en cuestión. Esta operativa entre agencias suele producirse para diversificar el riesgo y la exposición que los creadores de mercado están dispuestos a asumir sobre los activos financieros que negocian.

Ventajas de unos y de otros

Los mercados regulados tienen como gran ventaja la transparencia y la gran liquidez. El hecho de que todos los participantes del mercado tengan acceso a la misma información de precios ayuda a que haya transparencia y por tanto los inversores tengan más confianza en que en el futuro existirá un mercado apropiado en el que poder vender los activos que compran. El funcionamiento regulado también incorpora una serie de mecanismos para asegurar que llegado el momento hay el mínimo riesgo posible de contrapartida al ejecutar una operación de compraventa.

Los mercados OTC tienen como gran ventaja que permiten comercializar productos muy específicos que no serían accesibles de otra manera. Permiten a inversores interesados comprar y vender activos que no están disponibles en los mercados regulados, como derivados con vencimientos y precios de ejercicio no estándar.

Conclusión

Tanto los mercados regulados como los mercados OTC sirven como punto de encuentro de la oferta y la demanda de diferentes activos financieros. En situaciones extremas de mercados, los mercados OTC pueden sufrir problemas de liquidez, por lo que se introduce un riesgo adicional. Por tanto, a pesar de poder acceder a activos interesantes en estos mercados, debemos ser conscientes de los posibles riesgos que ello supone.