Mucho se ha hablado y escrito de la polémica decisión de algunas entidades de modificar su política de comisiones por el uso de sus cajeros. Pero para entender qué es lo que ha pasado, hay que poner cara a todas las partes que intervienen cuando usamos una tarjeta de crédito.
Medios de pago: cuando alguien nos pregunta: “¿Tú qué tarjeta tienes?”, le diremos que Visa, Mastercard o American Express. Ya tenemos la primera pata, el procesador o medio de pago.
Emisores de tarjetas: si queremos usar un medio de pago, no llamamos directamente a Visa para decirles que queremos una tarjeta. Lo que haremos será pedírsela a nuestro banco, que es el que a su vez habrá contratado los servicios de alguno/s de los procesadores.
Redes de cajeros: los bancos ofrecen a sus clientes el servicio de cajeros, para que estos puedan sacar dinero a cualquier hora y en cualquier punto, y no solo en las oficinas físicas. Los bancos son los dueños de los cajeros.
Te lo contamos de una manera visual en esta infografía.
Hay 3 redes de cajeros en las que se agrupan las principales entidades:
Servired (Sociedad Española de Medios de Pago): es la red más extendida a nivel nacional, con más de 35.000 cajeros y casi 40 millones de tarjetas en circulación. Las principales entidades que forman parte de la red son: Caixabank, BBVA, Bankia, Bankinter, Cajamar, Banco Sabadell, Self Bank y Banco Mediolanum, entre otros.
Telebanco 4B: según su memoria anual a cierre de 2014, tenía unos 8.000 cajeros activos y 17 millones de tarjetas operativas. Las principales entidades financieras que forman la alianza son: Banco Santander, Banco Popular, ING, Triodos Bank y Targo Bank.
Euro6000: su parque de tarjetas es de aproximadamente 10 millones, mientras que dispone de una red de 18.000 cajeros. Los principales bancos que forman parte de la red son: Liberbank, Abanco, Unicaja, Kutxabank, CecaBank y Evobanco, entre otros.
Ahora que ya sabemos quién es quién, pasemos a la siguiente cuestión.
¿Quiénes usan los cajeros?
Para empezar, los clientes de las entidades que son propietarias de los cajeros, pero también los de otros bancos y otras redes, así como los de los bancos online que no tienen cajeros propios.
Generalmente, los bancos permiten que los clientes usen sus cajeros para sacar dinero sin coste, extendiéndose el servicio en ocasiones al resto de cajeros de otras entidades de la misma red. No obstante, en este último caso a veces se impone una comisión por el banco del cliente o restricciones en cuanto al importe extraído o al número de operaciones que se pueden realizar periódicamente sin coste (ej, 3 al mes).
¿Por qué surgió la polémica?
Los dueños de los cajeros alegaron que ellos son los encargados de su instalación, mantenimiento, actualización…, no considerando equitativo que otras entidades que no tienen cajeros (ING, Evo…) pudieran hacer uso de los mismos sin las obligaciones y gastos que conllevan para el dueño.
Es cierto que existe una comisión que se conoce como tasa de intercambio, que es la que le cobra el dueño del cajero al emisor de la tarjeta de otro banco por usar su cajero. Pero los dueños de los cajeros alegaron que esa tasa de intercambio era insuficiente para hacer frente a los múltiples costes que para ellos supone el mantenimiento de la red de cajeros. Y por ello, algunas entidades decidieron establecer una comisión que le sería cargada a aquellos no clientes del banco que usaran su cajero.
¿Te has parado a pensar los costes que conlleva tener un cajero automático? Estos son solo algunos de ellos:
- Coste de adquisición y amortización
- Coste de instalación
- Coste de mantenimiento de software
- Coste de mantenimiento de hardware
- Seguros para cubrir contingencias
- Logística (recogida de dinero del cajero, reposición de billetes…)
- Programación de mensajes
¿Por qué no se puede hacer eso?
Existe un principio fundamental que nos protege a los consumidores y que establece que no se puede cobrar dos veces por un mismo servicio. Quedando eso claro, lo que faltaba por aclarar era quién y en qué concepto podría cobrarse una comisión al cliente.
La solución.
Se seguirá cobrando la comisión de intercambio por parte del dueño del cajero al emisor de la tarjeta, y será el emisor de la tarjeta el que decida si le repercute al cliente el coste o si, por el contrario, lo asume él. Eso sí, siempre que el coste que se le cobra al cliente no sea superior en ningún caso al que el dueño del cajero le ha cobrado al emisor.
Así, habrá que ver qué medida adopta cada banco ante la nueva situación. Algunas entidades optarán por repercutir al cliente la tasa de intercambio, otras lo asumirán. Ciertos bancos podrían introducir restricciones en el número de extracciones o en la cantidad a efectos de considerarlas gratuitas. Y, en especial, será importante estar atentos a las entidades que no cuentan con red propia, que se verán obligadas a llegar a acuerdos con redes externas o a comenzar a cobrar por un servicio que hasta ahora daban gratuitamente al cliente.
Y a ti, cliente de Self Bank… ¿cómo te afecta esto?
En principio, de ningún modo. Nada ha cambiado. Sigues pudiendo usar la red de cajeros de Caixabank, la más extensa del país, sin ningún coste.
Además, a través de una aplicación disponible en la Apple Store se dispone de un localizador para poder encontrar de la forma más rápida y sencilla el cajero más cercano a tu posición.