La caída del precio del petróleo y la renovada preocupación por Grecia han derivado esta semana en un desplome progresivo y generalizado en las bolsas. Por si fuera poco, el dato de producción industrial de octubre de la Eurozona ha defraudado (+0,1% vs 0,2% estimado). El Ibex ha perdido hoy un -2,75% y casi un -7% acumulado desde el lunes. Los descensos en el resto de grandes índices ha sido similar.
Con la caída de hoy, el precio del crudo ha descendido prácticamente a la mitad de lo que valía en junio. A estos niveles, son pocas las compañías del sector que no se están viendo perjudicadas por esta crisis. Además, los efectos indirectos de este nuevo escenario en el mercado energético no se van a dejar notar solo en las previsiones de beneficio de las petroleras sino también en la capacidad para hacer frente a sus obligaciones de pago, por lo que también el precio de los bonos se está resintiendo.
La inquietud por el panorama político en Grecia ha vuelto a derivar en el repunte de las primas de riesgo periféricas: la española crece hace los 125 puntos básicos. En el mercado de divisas el euro acaba la semana cambiándose por 1,247 dólares yb el oro en los 1.224 dólares por onza.
Repsol se ha dejado hoy un 6% en bolsa y vuelve a los niveles en que cotiza allá por el mes de marzo. Los motivos: el precio del barril y las especulaciones sobre su interés en comprar la canadiense Talisman Energy por unos 8.000 Mn$.
Wall Street ha ignorado la lectura del índice de confianza de la Universidad de Michigan y también cotiza con descensos de más del -1%. La lectura de este indicador ha batido previsiones: 93,8 vs 89,5 estimado y se sitúa en máximos de 8 años. La semana que viene toda la atención se centrará en la reunión de tipos de la Reserva Federal.