Las 3 «tapas» financieras que deberías probar alguna vez en tu vida

En el día de la tapa te planteamos elegir una degustación diferente. Si las tapas te permiten disfrutar la comida y probar sabores nuevos, ¿por qué no probar ahora una nueva inversión, con un capital pequeño, a modo de tapa financiera, para que tus ahorros crezcan al tiempo que pones en práctica tus conocimientos financieros?

El día de la tapa en España.

Desde 2012 la Asociación Saborea España organiza el día mundial de la tapa. Se celebra el tercer sábado del mes de junio, a lo largo de toda la geografía española y, cada vez más, fuera de ella, extendiéndose a 32 países en su edición de 2017. Como bien sabes, ir de tapas es mucho más que salir a comer pequeñas porciones. Se trata de una comida más informal, donde el objetivo es saciar el apetito, pero también socializar y dedicar un buen rato a conversar entre bocado y bocado. La intención del día de la tapa es promocionar todavía más la tapa como alternativa culinaria típicamente española, con eventos y rutas gastronómicas en los días previos y posteriores.

El día de la tapa financiera.

El concepto de tapa varía entre ciudades, e incluso lo hace de un bar a otro. Pero siempre tienen algo en común: una ración pequeña de comida que sirve de degustación. En el blog de Self Bank te proponemos una idea de tapa muy diferente, aunque mantiene la misma filosofía: probar inversiones diferentes con un capital pequeño, dentro de una amplia carta de inversiones y completamente personalizable, para que se ajuste perfectamente a tu objetivo de inversión.

Self Bank pone a tu disposición todas las herramientas necesarias para que inviertas tus ahorros. Tú eliges dónde y cómo. La experiencia es la madre de la ciencia, así que para poner en práctica todo lo que has venido aprendiendo los últimos meses, para por fin lanzarte al mundo de la inversión, no existe mejor forma que invertir pequeñas cantidades a modo de tapas financieras.

¿Y por cuánto me sale mi primera inmersión en inversión? No te vamos a decir cuánto debes invertir, ni tampoco dónde, tan solo te recordamos que antes de invertir:

  • Estudia: aumentar tu cultura financiera es fundamental. El estudio y el control del funcionamiento de mercados y la comprensión de cada producto de inversión resultan fundamentales. Antes de invertir, hay infinidad de cursos de iniciación y simuladores que te ayudarán a tomar buenas decisiones.
  • Diversifica: una cartera variada es imprescindible en inversión. Diferentes tipos de activos, con diferente liquidez, riesgo, naturaleza y de diferentes sectores.
  • Define tu objetivo de inversión: tu perfil de inversor es único. Según tus características personales, el momento concreto de tu vida y tus conocimientos financieros tu nivel de riesgo varía. También lo hace el horizonte temporal de tus inversiones, a mayor o menor plazo.
  • Valora la comodidad de tu inversión: ni la rentabilidad histórica, ni la que esperas obtener de tu inversión deben ser los únicos factores decisivos. Hay valores inestables y complejos que podrían escapar de tu supervisión. Las comisiones y gastos derivados de la operativa de tu inversión, especialmente si tu capital es reducido, deberían ser otro factor determinante.

Marchando una de bolsa sin comisiones.

Tras unos meses dándole vueltas por fin te has decidido a comprar acciones. Llevas ya un tiempo siguiendo algún mercado y finalmente te has decidido por el nacional, y puede que también metas algo en valores de alguna empresa del Nasdaq. Aunque las posibilidades de inversión son casi infinitas, seguramente tendrás claro si buscas un rendimiento rápido, trading con pequeños beneficios fruto de repetidas compraventas y mover mucho tu inversión. O, si por el contrario, buscas conformar una buena cartera con rendimiento a más largo plazo y esperar dividendos.

En cualquiera de los dos casos, además de esperar que tus acciones suban, tienes que tener muy claro cuáles son las comisiones, pues van a restar rentabilidad. Especialmente si has invertido poco, a modo de prueba o de tapa financiera, ya que hay comisiones por operación que podrían llevarse buena parte de tu pequeño beneficio. Además, luego en el IRPF, toca pagar un poco más por el rendimiento obtenido.

Entonces, estarás planteándote cómo reducir las comisiones para quitarte del medio ese incómodo obstáculo en tu inversión, pues en Self Bank hay dos cuentas que te van a permitir conseguirlo, en función de tu perfil a corto o largo plazo:

  • La mejor elección si quieres invertir a corto plazo.
  • Cuenta bolsa sin custodia: no hay comisión de custodia, solo pagas por operación.
  • La mejor elección si esperas dividendos o rentabilidad a largo plazo.

En ninguna de ellas se pagan comisiones por abono de dividendos, amortizaciones o ampliaciones de capital. Tampoco tiene comisión de apertura, mantenimiento o cancelación. Todas las cuentas de bolsa de Self Bank permiten ver la cotización en tiempo real y la profundidad del mercado, ofrecen de forma gratuita gráficos avanzados, análisis técnico y análisis fundamental. Y tus valores están en España, así que directamente te evitas las molestias del 720 y D-6.

Fondo de inversión al gusto del cliente, y me lo sirves sin comisiones.

A diferencia de los restaurantes y de los demás bancos, Self Bank no te recomienda en qué fondo debes invertir, pues es tu dinero y esa debe ser tu decisión al 100%. Existen casi tantos fondos diferentes como tipos de inversores.

Podrías ir a la oficina de tu barrio, o a la principal del centro, y preguntar al gestor dónde invertir. Esa opción sigue ahí, pero probablemente quien te atienda no te ofrezca solo lo que más te interesa, sino lo que más le interesa a la entidad y lo que al gestor le piden vender. Lo más revelador será tomar nota de lo que te ofrecen y luego por tu cuenta investigar un poco ese producto. Aunque puede que después no quieras volver a pisar esa sucursal.

En cambio, Self Bank sigue un modelo de arquitectura abierta, es decir, diferencia inversión y asesoramiento. El cliente estudia las diferentes alternativas por su cuenta y saca sus conclusiones, mientras el banco se limita a poner a su disposición miles de fondos a través de decenas de gestoras. Por tanto, es el cliente el que decide en qué invertir. De esa manera, el banco tan solo se posiciona como una herramienta para ayudar al cliente a invertir. Al no actuar como gestora de fondos los beneficios son inferiores para el banco, pero deja plena libertad al cliente para elegir su mejor tapa financiera. Por aquí tienes la amplia carta de tapas que podemos servirte.

Y para que tu decisión no se vea lastrada por las incómodas comisiones, la cuenta de fondos de Self Bank no tiene comisiones de custodia, suscripción, traspaso, reembolso ni abono de dividendos. Y puedes seguir la rentabilidad de tu inversión porque el valor liquidativo se publica a diario.

Ponme un plan de pensión, sin trampa ni cartón.

La tercera tapa financiera consiste en aportar dinero cada año, verlo crecer y luego, cuando te jubiles, completar tu pensión pública con unos ingresos extra. Probablemente sea la definición más sencilla posible de un plan de pensiones, a la que hay que añadir que cada año te puedes restar las aportaciones en tu IRPF y que su importancia cada vez es mayor dado que el sistema público de pensiones se ha debilitado en tiempos de crisis y está en entredicho por el constante envejecimiento de la población.

Hasta ahora ha existido un equilibrio entre las aportaciones de los trabajadores y las pensiones, pero si el número de pensionistas aumenta y el de trabajadores disminuye como consecuencia del envejecimiento demográfico, junto con el paro continuado y los salarios bajos, entonces el sistema podría ser cuestionado por aquellos que se jubilen dentro de dos o tres décadas.

Si te has visto atraído por los fondos de inversión, podrías plantearte un plan de pensión como un fondo de inversión modificado, especialmente diseñado para facilitar tu ahorro durante tu vida laboral y completar tu pensión cuando te jubiles. Por lo tanto, siguiendo con la idea de asemejar plan de pensión y fondo de inversión, existen planes que invierten todo tu capital en renta variable, o en renta fija, o en ambos, de forma mixta. Lo elijes tú, en función de tu nivel de riesgo, o dicho de otra manera, de cuánto estés dispuesto a arriesgar tu inversión a cambio de una mayor rentabilidad.

Sin embargo, existen dos grandes diferencias al iniciar un plan de pensiones. Cada año, decides lo que quieres invertir, en función de lo satisfecho que te sientas con su evolución o de cuánto seas capaz de ahorrar. Pero hay un límite máximo para aportar, que en el momento de redactar este artículo asciende a 8.000 euros como norma general, cifra máxima que puedes restar de tu base imponible del IRPF, con el límite del 30% del total de rendimientos del trabajo y actividades económicas. La otra gran diferencia está en que el rescate (recuperar la inversión más los intereses) solo se puede realizar en la jubilación, fallecimiento (para los herederos), desahucio, paro de larga duración o a los diez años de su contratación (a partir de 2025).

Estos datos tienen finalidad informativa y no deben interpretarse en ningún caso como una recomendación de compra o venta, o de realización o cancelación de inversiones, ni puede servir como base de ningún tipo de decisión sobre inversiones actuales o futuras. Self Bank no se hace responsable de los perjuicios que pueda sufrir el inversor como consecuencia del uso de dicha información. El Cliente es responsable de las decisiones de inversión que adopte y del uso que haga de la información proporcionada a tal efecto. Self Bank proporciona esta información a través de un proveedor y no asume compromiso alguno de la actualización en el contenido de la información presentada. La evolución o resultados pasados de las inversiones no garantizan la evolución o resultados futuros.
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