A poco que uno lea la prensa económica, el concepto de volatilidad forma parte del día a día de los mercados. A menudo se asocia a riesgo y esto no es casual, es la aproximación que se ha realizado en la teoría moderna de gestión de carteras. Por eso, hoy vamos a ver si el concepto volatilidad, que suele ir de la mano de una clara connotación negativa, es merecedor de esa etiqueta, o si por el contrario, debemos hacer una lectura más global, sin que el árbol nos tape el bosque y nos dejemos seducir por el ruido del mercado, tanto por el pánico como por la euforia.
Qué es la volatilidad
La volatilidad es un concepto eminentemente estadístico, pero que cada vez tiene más peso en el mundo financiero. La podemos definir como la variación de los rendimientos de un activo (acción, renta fija, fondo), respecto a la media durante un período determinado. Por ejemplo, la volatilidad de una acción es la variación de los rendimientos diarios respecto a la media durante 3 meses. Su equivalencia en la estadística es la desviación estándar, que mide el grado de dispersión entre la rentabilidad diaria y su media.
Por otro lado, cuando esa volatilidad se compara con la volatilidad del mercado se le denomina beta (β).
Tipos de volatilidad
Básicamente, hay dos tipos de volatilidad: la volatilidad histórica y la volatilidad implícita.
Volatilidad histórica: Es la que se suele utilizar más frecuentemente, además de ser la más sencilla de calcular. Es la variabilidad de la rentabilidad (no del precio, sino de la variación de la cotización del día anterior vs el precio de cierre de hoy), respecto a la media de la rentabilidad durante un determinado periodo histórico.
Volatilidad implícita: En este caso hablamos de una predicción futura y se asume que es la volatilidad futura que espera el mercado. Como toda estimación, puede cambiar si modificamos las hipótesis del modelo a partir del cual se calcula, por eso hay que tomarla como lo que es. Suele ser una medida de las expectativas del mercado, y se utiliza mucho en la operativa de opciones financieras.
Qué es la volatilidad en la Bolsa
Como hemos comentado, la volatilidad en la bolsa suele asociarse al riesgo, y eso en gran medida es por la teoría moderna de carteras. La teoría moderna de carteras fue ideada en 1952 por Harry Markowitz, que en 1990 ganó el Nobel de economía. Básicamente, lo que pretende es calcular la rentabilidad esperada en base a la rentabilidad pasada.
Además, se ha utilizado como una forma de obtener la distribución óptima de los activos de una cartera, asumiendo que se puede reducir el riesgo total combinando activos con volatilidades no correlacionadas.
Esta teoría ha tenido una gran penetración en el mundo académico y profesional, y de hecho es una teoría que se enseña en todas las universidades. Lo más importante para esta popularidad es la sencillez, ya que nos permite hacer estimaciones de rentabilidad con una simple hoja de excel. Además, suele ir de la mano de la teoría del mercado eficiente, que nació en la Universidad de Chicago, donde estudió el propio Markowitz.
Es un riesgo o es una oportunidad
Para los seguidores de esta teoría, la volatilidad es un riesgo, porque de hecho, es la interpretación que hace. Sin embargo, para muchos grandes inversores como Warren Buffett, Peter Lynch, Howard Marks o Francisco García Paramés, la volatilidad es una oportunidad. Warren Buffett suele decir que si el mercado fuera eficiente, él tendría que mendigar para subsistir.
Howard Marks dice que si a un inversor le dicen que ganará un 15% anual compuesto garantizado en los próximos 5 años, con una volatilidad del 80%, firmaría con los ojos cerrados, ya que sólo tendría que olvidarse de la inversión durante ese tiempo. Para estos inversores, el riesgo es la probabilidad de perder el capital, y es independiente de lo que suceda con las rentabilidades asociadas al cambio de precios en las cotizaciones de las empresas.
Asimismo, se suele indicar que al basarse en volatilidad histórica, nadie nos dice que en el futuro haya el mismo comportamiento. Además sólo se basa en términos estadísticos, y no tiene en cuenta variables cualitativas de las empresas.
Ejemplos de volatilidad en la Bolsa. Grandes ganancias y grandes pérdidas
El ejemplo más reciente de volatilidad extrema lo vivimos el día del Brexit. Durante esos días los indicadores de volatilidad se dispararon a máximos. Ese día en concreto los mercados abrieron con caídas cercanas al 20% sobre todo en Europa, sin embargo en pocas semanas todo se recuperó. Solo hace falta ver el gráfico del Ibex-35:
En ese caso, las cotizaciones no sólo han recuperado niveles previos, sino que en 2017 los han superado ampliamente. Normalmente el índice VIX, el indicador de volatilidad del sp500 de la bolsa americana, suele interpretarse como el `indicador del miedo´.