La reinvención de la industria del tabaco

Hace décadas se demostró que el tabaco es nocivo para la salud, no solo de quienes lo consumen, sino también de los que les rodean. En una sociedad cada vez más preocupada por consumir comida saludable, practicar algún deporte y no hacer demasiados excesos, en pro de mantener una buena salud y una buena imagen, el futuro de las empresas tabacaleras parece complicado. Podríamos decir que su producto ha “pasado de moda”.

Lo cierto es que, pese a lo adictivo del producto, ha aumentado el número de personas que consigue dejar el tabaco, a la vez que hay menos gente que empieza a fumar. Lógicamente, la industria del tabaco conoce esta tendencia y está tomando medidas para adaptarse a la nueva realidad de su mercado.

El tabaco sin combustión

“IQOS” es la alternativa al tabaco convencional que ofrece Philip Morris (perteneciente al Grupo Altria), que invirtió más de 3.000 millones de dólares en su investigación. Se lanzó a finales de 2014 en Japón y Milán y no llegó a España hasta 2016.

Se trata de un aparato electrónico, de forma similar a un bolígrafo, donde se introduce un pequeño cigarrillo especial para este dispositivo. Al encender el aparato y dar una calada, este calienta el tabaco sin llegar a quemarlo, provocando al usuario una sensación similar a la de fumar un cigarrillo convencional. Según el fabricante, al no haber combustión esta es una forma mucho menos dañina de consumir nicotina que el tabaco con combustión, aunque no se puede considerar que el producto sea inocuo para sus consumidores.

Otras compañías, como Japan Tobacco y British American Tobacco, también están lanzando sus propios productos de tabaco sin combustión, con “Ploom Tech” y “Glo” respectivamente.

El vapeo

Cuando una persona vapea no está consumiendo tabaco, aunque sí puede estar consumiendo nicotina. Este tipo de cigarrillos electrónicos calientan un líquido hasta vaporizarlo. El vapor que se produce es aspirado por el usuario a través de una boquilla.

El líquido está compuesto por una solución de glicerina vegetal, propilenglicol y algún aroma alimentario que dé sabor al vapor que se aspira. Si el consumidor lo desea puede añadir nicotina, cosa que hacen normalmente quienes intentan sustituir el tabaco por el vapeo. Según los defensores del vapeo, se trata de una actividad mucho menos perjudicial para la salud que fumar, aunque este nuevo hábito también tiene muchos detractores.

Algunas tabaqueras han visto en el vapeo una oportunidad. Imperial Brands comercializa un dispositivo de vapeo llamado “Blu”, Japan Tobacco el cigarrillo electrónico “Logic” y British American Tobacco ha lanzado “Vype”.

Por otro lado, el dispositivo de vapeo “Juul” ha causado furor en Estados Unidos, muy especialmente entre los jóvenes, lo que ha causado cierta polémica. En diciembre de 2018, Altria (dueña de Philip Morris, fabricante de IQOS) adquirió el 35% de Juul por 12.800 millones de dólares.

En definitiva, las grandes tabaqueras se están posicionando en estos nuevos productos, ya sea mediante desarrollo de productos propios o mediante la compra de empresas dedicadas al vapeo. Esto nos da una idea de hacia dónde puede ir la industria del tabaco en los próximos años.

Las empresas dedicadas a la comercialización de tabaco no son las únicas impactadas por los cambios que puedan venir en esta industria. Hay otros afectados como los agricultores, los estancos o las compañías farmacéuticas.

Industria del tabaco en bolsa

La inversión en el sector tabacalero ha resultado muy rentable a lo largo de los últimos 20 años. Si hubiéramos decidido invertir en el año 2000 en acciones de Altria o British American Tobacco, nuestra inversión hasta mediados de 2019 se hubiera multiplicado casi 9 veces, en el caso de Altria, y casi 6 veces, en el caso de British American Tobacco. Sin embargo, no ha resultado una inversión apta para todo tipo de público; la volatilidad en esta industria ha sido generalmente alta.

Sin embargo, a pesar de que el sector ha ganado popularidad entre los inversores a lo largo de la última década, no son todo buenas noticias. El porcentaje de fumadores ha ido decreciendo y, como consecuencia, los ingresos que han percibido las empresas del sector. Por ello, entre otros factores, vemos como el precio de las acciones de estas compañías desciende desde los máximos alcanzados a principios de 2017. El nivel de precios acciones ha sufrido una fuerte corrección, con las acciones de Imperial Brands bajando hasta niveles de 2011 y las de Japan Tobacco cotizando a niveles de 2013.

La reinvención de la industria tabacalera a través del vapeo no está siendo valorada por los mercados financieros, que no están apostando a que el vapeo es una reestructuración del negocio suficiente para llamar la atención de los consumidores.