Definición
La curva de tipos de interés es la representación gráfica que relaciona los tipos de interés (lo que entendemos por precio del dinero), para todos los plazos a los que se negocia. Gráficamente, veremos en el eje horizontal el plazo y en el vertical el tipo de interés. Uniendo los puntos tendremos una línea que representa la estructura temporal de los tipos de interés.
Interpretación
Permite establecer comparaciones entre las rentabilidades de los diferentes instrumentos, monedas y países, del mismo o diferente nivel de riesgo crediticio, lo que facilita al inversor la toma de decisiones. Por ejemplo, la famosa prima de riesgo se estima a partir del diferencial de rentabilidad entre el bono español a 10 años y el bono alemán del mismo plazo.
Tipologías
-Curva de tipos de interés al contado o spot: se refiere a la tasa que el mercado aplica hoy en las operaciones que se inician ahora para valorar un activo a un plazo determinado.
-Curva de tipos de interés a plazo o forward: también se denomina de tipos implícitos, es la misma que la spot, pero la fecha de inicio es futura. Es decir, podemos establecer el precio del euribor a 12M el 1 de enero de 2020.
-Función de descuento: utilizada para obtener valores actuales de flujos futuros.
Pendientes de la curva de tipos de interés
Creciente: lo más relevante de la curva, además del dato en sí es su pendiente. Lo habitual es encontrar una curva creciente en el tiempo, de forma que a más plazo, mayor tipo de interés. Es lógico pensar que si contrato un depósito en un banco, me tengan que pagar más si inmovilizo el dinero 5 años que 6 meses.
Invertida: es la denominada curva de tipos invertida. A mayor plazo, menor es el interés al que se remunera. Es una situación anómala, puede significar expectativas de bajadas de tipos de interés.
En muchos casos eso puede interpretarse como una señal negativa en el mercado, ya que puede ser consecuencia de unas políticas monetarias del Gobierno para reactivar la economía.
Es decir, se prevé un menor crecimiento, una recesión, una caída de la actividad económica, una congelación de los precios o incluso una deflación de los mismos.
Plana: como en el caso anterior es poco común, incluso menos que la invertida, pues lo normal es esperar tipos crecientes o decrecientes por las medidas monetarias, no planos.