El arte no es sólo un certero indicio de civilización desde los estadios más tempranos de ésta, sino que también es uno de sus fundamentos. Desde la noche de los tiempos, el hombre crea, se embelesa ante lo creado y lo emplea como vehículo de pensamientos, deseos, sentimientos y percepciones, reales o soñados, que dan sentido a su existencia y cuerpo a su identidad. Sin embargo, y ya en prosa, también es un mercado que mueve fortunas; por lo que vamos a hacer una breve aproximación a la faceta financiera del arte y el perfil inversionista que encaja en ella.
Día Mundial del Arte
La actividad artística, decía Oscar Wilde, no es algo que se pueda tomar y dejar; es necesaria para vivir. Por eso merece ser protegida, alentada y promocionada. Con este propósito nació el Día Mundial del Arte, que desde 2012 se celebra cada 15 de abril, aniversario del nacimiento de Leonardo da Vinci.
¿Qué es inversión en arte?
El artístico, como cualquier nicho de inversión, tiene picos y valles, burbujas y ciclos financieros. La diferencia con otros mercados es el objeto de esa inversión: las obras de arte tienen un enorme potencial de revalorización, pero los factores que determinan ese valor son difícilmente cuantificables.
Uno de los principios básicos de la economía es que las cosas no tienen un valor intrínseco, sino el que las personas quieran darle. Cuando se vende o subasta un cuadro o una escultura, este condicionamiento tiene más peso que en cualquier otro sector: el elemento intangible que es la valía creativa de la obra, y que surge en gran parte de la subjetividad humana, puede multiplicar su precio hasta cifras astronómicas. Vincent Van Gogh vivió y murió en la miseria; hoy, los coleccionistas pagan decenas de millones de dólares por uno solo de sus lienzos.
Uno de los principios básicos de la economía es que las cosas no tienen un valor intrínseco, sino el que las personas quieran darle
Estas particularidades hacen que la inversión en arte haya sido tradicionalmente considerada como una actividad elitista, hermanada con el mercado de productos de lujo. Sin embargo, también es vista como un refugio en tiempos de estancamiento económico: una empresa puede quebrar, mientras un gran artista tiende a mantener su valor a largo plazo más allá de las fluctuaciones cíclicas.
Mercado del arte
El informe Global Art Market Report 2022 de UBS revela que el mercado del arte se recuperó notablemente en 2021, después del desplome a mínimos de 10 años provocado por la pandemia el año anterior. Minoristas y casas de subastas registraron una facturación conjunta de 65.100 millones de dólares, lo que representa una subida interanual del 29%. En solo un año, el sector ha regresado a los niveles prepandemia.
El estudio refleja también un creciente interés en los NFT (tokens no fungibles, por sus siglas en inglés). Las ventas de este tipo de activos encriptados en el ámbito del arte se multiplicaron por cien en 2021, hasta los 2.600 millones de dólares.
Los números indican que hablamos de un nicho que actualmente cotiza al alza, y que además destaca por su resiliencia frente a la inestabilidad económica. Si quiere informarse sobre las herramientas que pueden ayudarle a moverse por este mercado, no deje de leer esta entrada.
Perfil del inversor
No es necesario, en modo alguno, ser millonario para invertir en arte. La digitalización de los activos y los centros de exposición, el papel de las redes sociales —a través de plataformas como Instagram— y la popularidad de las ferias han ayudado a desterrar el estereotipo de que este mercado sólo es accesible a las grandes fortunas.
Los atractivos de invertir en arte son muchos y variados para el inversor medio: rentabilidad, liquidez, ventajas fiscales… Por supuesto que hay coleccionistas de alto nivel capaces de comprar un Klimt por 100 millones y revenderlo años después por 150. Pero también es posible adquirir obras de artistas emergentes por 1.000 o 1.500 euros y esperar a que la revalorización haga su magia; o acudir a una de las formas de inversión indirecta que veremos a continuación.
¿Cómo invertir en arte?
Dispone de varias alternativas para meter su dinero en el mundo del arte:
- Adquisición directa: comprar una pieza, esperar a que se revalorice y venderla por una plusvalía. La más sencilla, pero exige conocimientos específicos y sentido de la oportunidad.
- Comprar acciones de empresas del sector: accesible a cualquier pequeño ahorrador y, además, con posibilidad de obtener dividendos.
- Fondos de inversión: existen fondos especializados en realizar inversiones en el sector de las artes plásticas y las antigüedades, denominados Art Funds. Los clientes del fondo delegan en la gestora la elección de las obras de arte a adquirir, por lo que es una forma de meter la cabeza en el mercado sin saber demasiado del mismo. Eso sí, el importe mínimo es elevado.
- Crowdfunding o crowdequity de arte: a través de este sistema, los participantes financian conjuntamente un proyecto, para después repartirse los beneficios.