El Ibex 35 consigue enderezar la sesión y cierra con una subida del +0,55%, quedando en 8.667 puntos. La subida no es suficiente, sin embargo, para sobrepasar la férrea barrera de los 8.700 puntos y continúa en esa tendencia lateral de las últimas sesiones.
Los valores más alcistas hoy han sido IAG (+2,58%), Gamesa (+2,43%) y Popular (+2,08%), mientras que se sitúan como colistas Acerinox (-2,10%) y Aena (-1,47%).
Ha sido una sesión repleta de referencias, en todos los ámbitos.
En el plano macroeconómico, hemos conocido varios datos, aunque el más importante ha sido la segunda estimación del PIB estadounidense. El crecimiento de la economía se sitúa en 3,2%, por encima de las previsiones, incrementándose así las posibilidades de una subida de tipos en la próxima reunión de la Fed.
El nerviosismo sigue incrementándose a medida que se acerca la fecha del referéndum italiano. Se especula con que el resultado será un “no”, que en definitiva sería un rechazo a la figura de Renzi y podría generar más incertidumbre en la política del país. Por lo que pueda pasar, Mario Draghi ha dado su apoyo a Italia, asegurando que tomará las medidas oportunas en caso de ser necesario.
También despistados se encuentran los inversores en relación a la reunión de la OPEP de mañana. En semanas anteriores parecía haber una gran confianza sobre la toma de una decisión de recorte de la producción, pero en los últimos días las cosas no parecen tan claras. La confirmación de Rusia de que no asistirá a la cumbre introduce más presión, y la caída en el precio del crudo es un reflejo de dicha situación. El Brent retrocede a niveles de 47$/barril.
En el plano corporativo, en nuestro mercado hemos tenido hoy varios protagonistas. Por encima de todos ha estado Indra, que ha anunciado una OPA voluntaria sobre Tecnocom. Aunque la operación podría generar importantes sinergias y tiene sentido estratégico e industrial, el mercado recela ante el hecho de que una parte de la operación se pagaría en acciones, siendo necesaria una ampliación de capital que tendrá un efecto dilutivo para los accionistas actuales.
El BCE, por otro lado, ha confirmado que las exigencias para Santander están en una ratio Common Equity Tier 1 (CET1) de al menos el 7,75% a nivel consolidado, estando la actual de la entidad cómodamente por encima. Esto deja a salvo la política de distribución de dividendos de Santander.