Desde noviembre estamos mirando en el calendario cómo caen este año las fiestas. Luego llega el alumbrado, la sección de mantecados va creciendo peligrosamente y los juguetes ya han ocupado más lineales que nunca en el hipermercado. Es tiempo de emotividad, cariño, familia y, por supuesto, de las compras de Navidad. Para echarte una mano con las finanzas familiares, sin dejar de regalar, te traemos este kit de ideas para no sucumbir al consumismo navideño.
Ahorrar en Navidad
Ya tenemos la agenda casi completa para esas dos semanas: cenas con la familia, comidas de empresa, quedadas con los amigos, ir a por los regalos, alguna escapada… La vida social y los eventos se multiplican en estas fechas y con ello, los gastos. Es inevitable. Pero, como venimos proclamando en el blog de Self Bank, para un buen ahorrador, siempre existe algo de margen para el ahorro, hasta en Navidad.
El ahorrador se hace, no nace
Y nunca es tarde si la dicha es buena. Tanto para los que se acaban de subir al carro del ahorro como para los ahorradores más experimentados, la Navidad es uno de los momentos más complicados del año para ahorrar. Como idea inicial: planifica, compra con cabeza y ubica cada desembolso dentro de tu presupuesto para las Navidades y, sobre todo, piensa en enero.
Presupuestar
Antes de hablar de gastos navideños, hay que comprobar el estado de nuestra economía doméstica. ¿Cuánto extra podemos gastar en estas fechas y cómo lo distribuimos? ¿Cuánto gastamos el año pasado? En cierta manera se trata de fijar un límite para ser conscientes de cuánto nos puede costar la factura navideña.
En Navidad no sirve de nada conocer cuánto gastan los demás. Cada uno regala y administra su ocio y dinero de forma diferente. Lo realmente útil es plasmar cuánto podemos gastar en un presupuesto por categorías y controlar que no lo sobrepasamos, por ejemplo:
- Regalos para familiares cercanos.
- Para resto de familiares y amigos.
- Compañeros de trabajo.
- Comidas fuera de casa.
- Viajes.
- Caprichos y otras compras.
Planificar las compras
Asumiendo que hay que comprar regalos para las Navidades, para empezar ahorrando, lo primero es planificar. Siéntate un rato a decidir qué y a quién regalar. Con calma, en casa, y pensando en conjunto es mucho más fácil ordenar ideas. Luego dedica tiempo a buscar en Internet para inspirarte y para aproximar tu presupuesto navideño.
Que no falte una lista
Échale una mano a tus neuronas y escribe todo eso que has planificado en una lista. Existen aplicaciones para el teléfono, pero la tradicional libreta es igualmente efectiva. No solo se trata de elegir bien y a buen precio, optimizar el tiempo y desplazamientos también proporciona ahorro. Además, sirve para marcar el límite y frenar las compras compulsivas: si no está en la lista es porque no es necesario comprarlo.
Estudiar y comparar
Con Internet, la labor de investigación de precios es mucho más cómoda. Sin salir de casa tenemos acceso al precio de cada artículo; lo podemos comprar directamente, o salir a buscarlo a tiendas físicas. Es hora de comparar especificaciones, calidad y precios. No solo eso, ya en la propia tienda también echamos mano al teléfono y comparamos precios con tiendas online, ¡sin olvidar los gastos de envío!
Programar el ocio
No todo va a ser obsequiar a otros. A final de año, más que nunca, nos merecemos un descanso, realizando actividades fuera de casa, comiendo fuera y, si tenemos vacaciones, con unos días de viaje.
La demanda en estas dos semanas de Navidad es tan alta que los precios se disparan. Entonces, la mejor fórmula para ahorrar sin dejar de disfrutar de nuestro tiempo libre es reservar con anticipación. Esta práctica no solo es buena para ahorrar, sino que también nos asegurará que existe disponibilidad en las fechas elegidas.
Anticipar o posponer
Semanas o incluso meses antes, hay ciertos regalos que sabemos de antemano que nos servirán para Navidad. Promociones puntuales o el Black Friday, nos pueden ahorrar muchos euros. Tan solo queda guardar la sorpresa hasta el 25, o hasta el 6.
Aunque pierda todo el encanto navideño, las compras de Navidad podrían costar mucho menos dinero si esperamos hasta las rebajas de enero. No es aplicable para todos los casos, pero ¿por qué no dar un pequeño obsequio, esperar unos días e invertir ese ahorro en productos más útiles y a mejor precio?
Piensa en enero
Entre Papá Noel y los Reyes hay dos semanas llenas de motivos para gastar: compra ahora y paga en enero, cómodos plazos, tengo el crédito de la tarjeta, bueno ya veremos el mes que viene. Pero el mundo no se acaba tras los regalos de Reyes, así que, cuando hayas superado tu presupuesto para la Navidad, recuerda que las cuentas también tienen que cuadrarte a final de enero.
Regalos sí, consumismo no
Regalar en Navidad no tiene por qué significar ser consumistas. El producto más caro no es siempre el mejor regalo y es posible comprar con cabeza, sin derrochar: la idea clave es encontrar la combinación perfecta entre precio, detalle y utilidad; comprar regalos que cumplan esos tres requisitos será nuestro objetivo como ahorradores para estas Navidades.