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Ideas para el inversor de cara a final de año

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Todos los años, a medida que se acercan los últimos meses, los medios de comunicación especializados en finanzas nos hablan de diversos trucos y consejos con los que arañar los últimos puntos de rentabilidad del año.

Y sí, es cierto que existen una serie de factores en diferentes ámbitos de los que podemos sacar partido si prestamos atención y actuamos correctamente, tanto por el lado de las cotizaciones como por el lado fiscal.

 

Inversiones en bolsa

¿Qué hay de verdad en el famoso rally de fin de año? Esta expresión hace referencia al patrón alcista que en ocasiones se produce en las bolsas en la recta final del ejercicio, concretamente en las últimas cinco sesiones de diciembre y en las dos primeras de enero.

Se han dado muchas explicaciones sobre este fenómeno. Una de las que más aceptación tiene es la de que los gestores de fondos de inversión, que muchas veces tienen como objetivo profesional batir a final de año a un determinado índice bursátil, llevan a cabo estrategias más agresivas con el objetivo de que su cartera gane más rentabilidad. Otros lo achacan al dinero que invierten los inversores tras cobrar la paga extra de Navidad en sus trabajos, e incluso los psicólogos lo explican por el ambiente festivo que rodea a las bolsas durante esas fechas.

Este contexto puede ser utilizado por el inversor minorista en su propio beneficio. Si finalmente se produce ese rally alcista, los inversores en bolsa se alegrarán, pero, además, puede aprovecharse de esa pequeña tendencia que dura unos días para tomar posiciones adicionales en las semanas previas a la Navidad.

A nivel fiscal podría interesarnos hacer cambios en la cartera para compensar las ganancias que hayamos podido conseguir por la venta de acciones o fondos de inversión. En caso de haber vendido con plusvalías, no está de más mirar si tenemos posiciones en acciones o fondos de inversión que estén en pérdidas, para así neutralizar el pago de impuesto correspondiente a las ganancias. No obstante, recuerda que tienes hasta cuatro años para poder compensar pérdidas y ganancias.

Desde hace unos años Hacienda permite reducir el pago de impuestos dentro del apartado de Rendimientos de Capital Mobiliario (ingresos por dividendos, intereses de depósitos, seguros, cupones de bonos, etc…). Eso sí, con limitaciones. Para el IRPF de 2018 permitirá compensar un máximo del 25% de esos ingresos por dividendos y depósitos si tenemos Pérdidas Patrimoniales como consecuencia de la venta de acciones, de fondos de inversión o incluso de una vivienda. Quizá con este ejemplo lo entiendas mejor:

 

Aportaciones a Planes de Pensiones

Otro aspecto que debe tener en cuenta para reducir la tarifa fiscal de la Renta 2018 es la aportación de dinero a un plan de pensiones.

Las aportaciones a planes de pensiones reducen la base imponible del IRPF y, por lo tanto, el total de ingresos que tributarán a través de dicho impuesto se reducirá, lo que nos puede hacer ahorrar dinero en caso de ser una persona con una declaración a pagar. Sin embargo, debemos ser conscientes que sí tributaremos en el futuro cuando rescatemos el Plan, y además en este caso lo haremos sobre la totalidad del dinero invertido, no solo por las plusvalías que haya podido generar esa inversión.

En este sentido cabe decir que a quien más interesa aportar a este producto es a las personas con mayores rentas, ya que al existir una tarifa progresiva del impuesto, es a ellas a las que más compensa reducir la base imponible. Por ejemplo, una aportación de 3.000 euros supone una rebaja en el IRPF de 570 euros para una persona con unas rentas anuales de 12.000 euros, pero de hasta 1.350 euros para otra que gane 80.000 euros.

La aportación máxima que podemos realizar a un plan de pensiones es de 8.000€ anuales, y debemos saber también que también desgravan las aportaciones al plan de pensiones de nuestro cónyuge.

 

Inversión en startups

Con  idea de fomentar el emprendimiento, Hacienda permite deducirse un 20% de la cuota estatal sobre las cantidades invertidas en determinadas en empresas de nueva creación, con un límite de 60.000 euros. Para ello, se debe demostrar que esa cantidad invertida ha permanecido por lo menos tres años. Además, se exige que la cantidad no supere el 40% del capital de dicha startup, y que esta no tenga más de 400.000 euros de fondos propios.

Estos son solo unos cuantos ejemplos de los beneficios que podemos obtener tanto en los mercados como por la vía fiscal, teniendo como resultado en ambos casos el aumento de la rentabilidad final bien por un incremento de esta en nuestros productos financieros, o bien por la reducción de la factura fiscal que podemos obtener.

Así que, si hemos estado despistados durante el año, todavía estamos a tiempo de beneficiarnos de las ideas explicadas en este artículo y obtener un poco más de rentabilidad a final de año.

 



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